“No niego la cruz de mi parroquia, Veracruz no se encuentra en su mejor momento”, expresó Monseñor Sergio Obeso Rivera.
Dijo que socialmente ante la postura de la Iglesia tradicional siempre habrá contraposición a sus puntos de vista.
Sin embargo, enfatizó, que para la grey católica no hay cabida para el “odio o el desquite”.
“Siempre habrá contraposición a quien defiende el punto de vista de la fe católica; el señor nos lo ha dicho de mil maneras, entonces primero no podemos juzgar a las personas que no piensan como nosotros y que, incluso, nos lastiman con su modo de expresarse, allá ello, pero de nuestra parte no cabe el odio, ni el desquite, ni ese tipo de respuestas”.
En conferencia de prensa, donde reiteró su agradecimiento por la distinción que le ha otorgado el Papa Francisco al anunciar su nombramiento como Cardenal de México, dijo, que desde la palestra en la que se encuentra “tenemos la obligación de buscar una superación, porque a través de los medios de comunicación vemos tantas atrocidades que ocurren en nuestro querido estado”.
No defraudaré a los que creen en mí ni en la Iglesia…
En ese sentido, refirió, que con las funciones que asumirá hacia finales del próximo mes su misión para Veracruz es no defraudar la esperanza de los creyentes.
“Mi misión en el estado de Veracruz de aquí para adelante será no defraudar tantas esperanzas que muchos siguen poniendo en mi persona, pero no defraudarlos, no por actividades intelectuales que ya están bastante gastadas en mi persona, sino por compartir una actitud de paz contendida, de reconocer sin más distinción el sexo, edad, la posición social, sino lo que todos compartimos en esta condición, la más noble de todas, de ser personas”.
Asimismo, Monseñor Sergio Obeso, indicó, que la verdad hace al ser humano libre.
Cuestionado con relación a la desatención en el Congreso del Estado a la ley de participación ciudadana impulsada por la Asociación Civil +Vida+Familia que busca elevar a rango Constitucional a la familia como referente en la conformación de políticas públicas, se limitó a responder que:
“Ante este rechazo, no cabe nunca, en ningún cristiano actitudes agrias, actitudes de buscar una respuesta en un plan meramente humano. No, es de esperar porque para nosotros todo acontecimiento está dirigido por la patria de Dios”.
Abundó que Dios es el único con la verdad absoluta y será cuestión de esperar, “porque la verdad nos hará libres”.
“Dios lo sabe, nosotros lo podemos conjeturar pero nunca podremos decir, que se debe a esto, a nosotros nos toca, como unos mansos seguir adelante, seguir insistiendo en lo que creemos”.
Además sostuvo que se debe tener la plena conciencia de que es imposible que las ideologías de la Iglesia Católica congracien con todos.
“Tener clara la conciencia de lo que el señor Jesús nos ha advertido siempre, dicho con palabras nuestras, no le vamos a caer bien a todos”.
Los temas políticos no están en su agenda…
Evitó opinar sobre el acontecer político que ocurre en la entidad en el marco de este proceso electoral.
Con relación a sus planes de viajar a la Ciudad de El Vaticano para la oficialización de nuevo encargo, destacó, que aún no tiene nada listo, ni el boleto de avión.
Ya que, reiteró, este anuncio lo ha tomado por sorpresa pero con mucho agrado, “porque donde manda capitán, no gobierna marinero”.
Sin embargo, aclaró, que la determinación del Pontífice no es una distinción para su persona sino para el estado de Veracruz y, desde luego, para la Arquidiócesis de Xalapa.
“Fue una sorpresa total, para lo que no estaba yo preparado. Pero donde manda capitán no gobierna marinero, así que dije, desde este momento estoy a tus ordenes Santo Padre de lo que pueda servir a la Iglesia. No tengo ningún boleto todavía, porque les repito, fue una sorpresa total”.
Al tiempo en que, subrayó, que la noticia representa agrado, “significa la fe católica que muchas personas reciben conmigo y aun esas personas que no piensan como yo les alegra esta noticia de que me hayan elegido”.
Finalmente, recordó, que en octubre cumplirá 87 años por lo que descartó que el Papa Francisco le encomiende algún trabajo ‘especial’.
“Voy a cumplir 87 años el próximo 31 de octubre, no puedo entender, no debo entender porque sería falso de que se me nombra para un trabajo especial en la Iglesia, tan especial como puede ser desde este punto de mi vida. Esto es sin duda, un reconocimiento dado durante muchos años a la Iglesia; ya mis capacidades están bastante limitadas como para que yo pueda pensar que me llama a un puesto en donde las responsabilidades son enormes”.
