Para quienes creen que las decisiones que está tomando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no afectan más que la economía global, aquí un botón de muestra de lo contrario.
Por ejemplo, de concretarse la imposición de aranceles al acero mexicano, la empresa TenarisTamsa, la principal generadora de empleos del estado junto con el puerto de Veracruz, estaría en serios problemas y tendría que explorar nuevos mercados, lo que provocaría también ajustes internos que podrían derivar en despido de personal.
Lo mismo pasa en el caso de los impuestos a la importación de automóviles que anunció Trump: los primeros y principales afectados serían los obreros ante una caída en las ganancias de las empresas.
Así que más le vale al gobierno mexicano hacer algo, antes de que las locuras del “cabeza de zanahoria” terminen por hundir la economía del país.