Muy delicadito resultó ser el presidente municipal de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero.
Y es que en lugar de buscar el diálogo como la forma civilizada para resolver los conflictos que es su obligación atender, el edil prefirió emberrincharse, por enésima ocasión, y advirtió que no dialogará con quienes “lo insultan” a él o al Cabildo de Xalapa, refiriéndose a los integrantes de la Unión de Sindicatos y Organizaciones Populares que están en plantón permanente en los bajos de Palacio Municipal.
¿Pues qué esperaba el señor alcalde? ¿Qué todo mundo llegara a vitorearlo durante su administración? ¿Que no iba a encontrarse con problemas? ¿O sólo le interesa resolver los de quienes le rinden pleitesía? ¿Nadie le dijo que tenía que gobernar para todos, y no solo para sus cuates?
Pero ni cómo hacerlo entender.