Reunidos en el salón Yanga de Casa Veracruz, Karime Macías de Duarte explicaba las “bondades” de un programa que patrocinaba el DIF.
Se dispusieron las mesas en un amplio rectángulo. 15 o 20 comunicadores. La entonces primera dama, al fondo, en la cabecera, presidiendo la reunión.
Al término de la comida-conferencia de prensa, se abrió espacio para una breve sesión de preguntas y respuestas.
De repente, una colega intervino. “Oiga Señora… ¿nos podría explicar?…”
“¡Díganme Karime!… ¡no me gusta que me llamen Señora!…”, explotó casi iracunda y con una falsa humildad, la entonces presidenta del DIF.
Pero al rato, otra compañera volvió a cometer el “error”, al decirle “Señora”, a lo que Karime volvió a casi gritar que mejor le dijeran por su nombre.
No cayó nada bien en el gremio su fingida modestia. Quiso aparentar ser “sencillita”, pero por el tono altivo, se generó un efecto contrario. “Se escuchó muy mamona…”, comentó una reportera al término del encuentro. Y es que si le decían “Señora”, era por la costumbre; así le decían a sus antecesoras. Incluso, el “Señora” se anteponía a su nombre: “la Señora Christiane, la Señora Sonia… la Señora Tere…”
Karime no podía ocultar su altivez, su soberbia. Hay quienes la ubican como la principal orquestadora del saqueo, que –sin menoscabo de la voracidad de su consorte– ella era la que ideaba las mil y un formas de robar y que Javier la secundaba jubiloso. Casi como Pinky y Cerebro.
El poder de Brenda
Se llama Brenda y dicen que no se mueve nada en el equipo de campaña si Brenda no lo dispone. Tiene un enorme poder, mucho poder. Es cercana al candidato. Muy cercana. Cercanísima. Y no de ahorita, sino de atrás tiempo.
Américo, un gran perdedor
Nadie se explicó por qué si como primer priista de Xalapa perdió todas las elecciones de su partido durante su gestión como alcalde, fue nombrado como Presidente del CDE del PRI. Hubieran puesto a un político marcado por el triunfo, pero no fue así. Américo pasará a la historia como el primer dirigente estatal que perderá el mayor número de curules locales y federales en los comicios del 1 de julio, y porque mandará a su partido al tercer lugar en la elección de Gobernador. Después de esta debacle, en su carrera política Ameriquito no tendrá presente ni futuro. Si su Papi viviera, le daría un infarto por la tremenda ineptitud de su cachorro.