Cuando les digo que “lo nuevo” está en tiempo por venir, me refiero a que “lo viejo” sigue vigente, las prácticas facciosas, la concepción del gobierno como una extensión clientelar del partido, de una concepción pobre de la democracia y lo público, la concepción de la política como una extensión del humor y de lo privado.
Ejemplo, Morena llega al gobierno municipal de Xalapa, y desafortunadamente, como todos los partidos viste del color de su partido el ayuntamiento municipal, en éste caso de café, no tan solo su papelería oficial, sino todo lo que puede embadurnar de café, como los recibos de agua, etc. Si hubiera algo nuevo, progresista y coherente en el Movimiento de Regeneración Nacional en Xalapa, no lo hubiera hecho, porque tendría la plena consciencia que el que gobierna lo hace para todos, ejerce un mandata dentro de la pluralidad y la diversidad, acompañada de una escucha atenta e imparcial, y entiende que desde el momento que inicia la responsabilidad de gobernar “la cosa pública” lo debe hacer separando su condición partidista del ejercicio público de gobierno, y no lo hizo el presidente municipal de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrera. Por lo que podremos señalar, en los muchos casos, que MORENA es más de lo mismo, por eso viene bien lo que insistentemente he señalado para éste 1 de julio de 2018, que debemos ejercer un Voto Diferenciado y Razonado, que debe emerger un Electorado Maduro Responsable y Exigente, que No podemos Apostar a la Emotividad ni mucho menos a una Inercia Irresponsable, los ciudadanos debemos ser cabales guardianes de la política y de la democracia, sino lo hacemos seremos responsable, como hasta ahora, de que la política sea el instrumento de los intereses privados y no de los públicos.
Sigo estupefacto ante el escenario donde unos individuos por la simple inercia de pertenecer a MORENA, y fundamentalmente, avalados por AMLO, puede competir con el menor esfuerzo por un puesto de elección popular, e incluso casi asegurar el triunfo, esto por un lado, nos deja ver que ejercemos una democracia pobre y pusilánime, y por el otro lado, cómo los mexicanos hemos vivido la política como algo secundario que hemos dejado en manos de los “profesionales” del arte de la Política y el engaño, y que el sufragio termina en la urna. Por eso he señalado que el estado de crisis social que vive México es producto de un pueblo irresponsable y ensimismado, un pueblo que nunca ha asumido en sus manos la contraloría de los gobiernos y de la clase política, y una vez más veo como, ante la espiral de pobreza, marginación y violencia, está dejando en las manos de un solo hombre la solución a los graves problemas que vive México, por eso he dicho, que AMLO está sólo, carga con la Esperanza de un “México mejor” en su espalada, después y antes de él no hay nadie, MORENA no es un Partido, es AMLO. No dudo que AMLO pueda encabezar el cambio esperado en México, lo que me resulta peligroso es que sea él sólo. Muchos hijos auténticos y bastantes “bastardos tránsfugas” no sabrían que hacer si AMLO se incapacitara, ahí está el peligro, como le paso a Hugo Chávez, que después y antes de él no había nadie más, al morir se acabó el gran Proyecto Bolivariano de Unificar en un solo frente a América Latina, y nuestra hermana república Bolivariana de Venezuela está viviendo las consecuencias de eso, por lo que no se puede construir un Estado y un Sistema sobre la Espalda de un Hombre, los hombres somos contingentes no inmortales, lo público implica un sentido de comunidad, de colectividad, de acuerdos desde la diferencias.
Ese Caudillismo Insolventey moralinos pueden traer graves consecuencias, por lo que necesitamos entre todos construir ese “Nuevo” que necesita México, por eso creo que no es sano ese Voto en Cascada ni una Mayoría Absoluta, México no está preparado para las dictaduras de las mayorías. México debe aprender a consultar al pueblo, ejercitar al debate y la argumentación, el acuerdo de la razón, la pluralidad y la diversidad de ideas, la tolerancia, e incorporar las diferencias sin anularlas.
AMLO carga con la campaña de todos y cada uno de sus candidatos, y esto es sumamente irresponsable y grave, puesto que, en el caso de Veracruz, su candidato puede llegar a gobernar al, igual que muchos de sus candidatos, sin presentar algún proyecto de gobierno ni idea de mundo y sociedad que necesita Veracruz, se vuelve real un pronunciamiento que hizo un “connotado” priista en Veracruz, que dijo, “si su partido postulaba una Vaca ésta saldría electa por sus correligionarios”, y esto mismo se aplica a Usted y su Movimiento, a quien postulen, aunque no tenga “la puñetera idea de lo que significa la política y el arte de gobernar” puede ser un representante popular y llegar a gobernar, y esto ya sucedió con el famoso caso “Juanito”, las diputadas locales de Xalapa, etc.
Los tiempos actuales exigen un equilibrio de los poderes públicos que contengan la vorágine de destrucción en la que ha caído las Instituciones Públicas y la Sociedad Mexicana, por lo que no sería sano ni funcional para nuestra débil democracia una mayoría absoluta morenista, dado que casi siempre en todas las prácticas políticas las mayorías absolutas han sido peligrosas, más cuando el contexto mexicano exige un amplio debate y acuerdos para el México que necesitamos construir TODOS, en un escenario plural y de diversidad de ideas.
Un sano equilibrio de fuerzas robustecerá la insipiente Democracia, el Estado de Derecho y el Sistema de Partidos, por lo que NO SON TIEMPOS DE UNOS SOLOS, creo que SON TIEMPOS DE TODOS; sólo así creo que podemos resolver y enfrentar los graves problemas que vive la Sociedad Mexicana, por eso apuesto a rechazar el irresponsable voto en cascada y una mayoría absoluta.
El cambio en México se está construyendo sobre bases débiles, “el ahí se va” de nuestra cultura de la improvisación hace su presencia, sin cuestionar nada, tan sólo guiados por los humores, México va a ejercer un voto no razonado, un voto emotivo, productos de los humores (odio, resentimiento), una reacción espontánea, como un arco reflejo. No hay proyecto de nación ni idea de una nueva mexicanidad, no hay una planificación ciudadana y mucho menos un Sistema de Partidos fortalecido que pueda ser la guía de lo que se necesita hacer para sacar al país adelante, sólo diagnósticos limitados, monotemáticos, la corrupción es el gran tema, el principio y el fin de una radiografía del mexicano, y esa mayoría se abre camino entre la lucha por el poder con su Plan de Desarrollo o su Regeneración Moral que cabe en una pequeña parte de una hoja de papel, el tratado del espíritu del Mexicano se reduce a una sólo palabra, “Corrupción”. No podemos mirar más allá de nuestros humores y hastíos, no podemos ni siquiera criticar “al salvador” que responda a más preguntas, con lo dicho sobra para creerle e inertes lanzar vítores y alabanzas, primero fue el frustrado guadalupenismo foxista y ahora el mesianismo obradorista, ahí ésta mi critica a AMLO, su personalismo, su narcisismo moral, su miopía al no ver que no puede llegar al cambio con los mismos que se le cuelan por doquier, que debió construir un auténtico Partido Democrático, y tener la conciencia que cambiar a México implica no tan sólo política sino psicología, que cambiar a México implica cambiar su visión de su identidad de rajado. Su voluntarismo se topará con la chingada de nuestra mexicanidad, clínica en lugar de política, terapia en lugar de moralina.
La amnistía es también para los dogmáticos emotivos, por cierto, el cambio Emotivo que hará de México un desmadre, promovido por la Torre de Babel que junta todo lo venga de donde venga, sin importarle su procedencia, al fin de cuentas, “el fin justifica los medios”. Misericordioso mesías que creo que con los rezos y ritos de sus acólitos irreflexivos no se le augura que toda la ilusión se haga realidad, el peso del “cambio en lo real” es una carga que requiere los hombros de todos los mexicanos, y fortalecer sus instituciones y responder a las preguntas: cómo organizar la vida pública y cómo fortalecer el lazo social de los mexicanos. Aún más cuando tiene que aprender, junto con su prole, a concebir la mexicanidad más allá de su discurso monotemáticos, y de la exclusión del diferente.
“El Fuego Nuevo” no implica la visión prehispánica de la destrucción de todo lo viejo, no implica anular la historia desde una visión intolerante, de rehacerla desde otros mitos constitutivos que implicaría la reconstrucción de la subjetividad del mexicano.