Los cambios en política no se dan de un día para otro, cuando no existen suficientes motivos

El festejo anticipado de Poncho Romo bajo el lema: “Ya ganamos, platiquemos y cerremos filas”, estribillo con el que saluda a los empresarios que se han manifestado en contra del candidato de Morena, por los exabruptos del tabasqueño y los calificativos para denostar a los Dueños de México a quienes identificó como una “Minoría Rapaz” cuyas fortunas dominan las actividades comerciales, industriales y de comunicación televisiva y por internet; esa actitud triunfalista de Romo y los chairos, puede caerse antes de que finalice el presente mes, puesto que la guerra comercial iniciada por Donald Trump contra México, ha hecho que los mexicanos en su totalidad, cerremos filas para apoyar la postura del presidente Enrique Peña Nieto, en defensa de la patria.

Y si bien los emisarios de los votos “antisistema”, han hecho una gran campaña para derrocar al PRI, sacarlo de Los Pinos, con sus protestas contra los depredadores de los presupuestos públicos y en contra de los negociantes con empresas fantasmas, que dejaron de atender las obras prioritarias, por el afán de esos políticos pillos insaciables, unos en prisión y otros huyendo. Las causas para generar el repudio popular al partido tricolor sobran.

Aunque también hay que entender que esa rapacidad a la que se refiere AMLO, también se da en los demás partidos, ya que ninguno rinde cuentas a sus afiliados, de las cantidades multimillonarias que reciben del erario, a través del INE, y sus liderazgos disponen a capricho personal de la aplicación de esas prerrogativas que en tiempos electorales se multiplican estratosféricamente y que han servido para sostener a familias y a pandillas enquistadas desde hace más de veinte años en esos mal llamados Institutos Políticos.

Volviendo al tema principal que nos ocupa, la fortaleza del presidente Peña Nieto, renace en estos momentos en que los Estados Unidos imponen medidas económicas insalvables, con el incremento a los aranceles por las importaciones de aluminio y acero. La actitud de Peña Nieto ha sido en defensa de la Nación y por si alguien no lo recuerda, Peña Nieto es el primer priísta de México y compite en estas elecciones con el candidato más preparado y experimentado, conocedor de la situación económica y política del país y el voto razonado del pueblo y de los empresarios nacionalistas seguramente hará triunfar dentro de un mes al doctor José Antonio Meade Kuribreña.