Hace 25 años Steven Spielberg cambió la historia del cine con Jurassic Park, la película de aventuras basada en la célebre novela de Michael Criton que materializó el sueño del hombre por convivir con los dinosaurios gracias a las imágenes generadas por computadora (CGI).
Ése fue el inicio de una revolución digital que no se ha detenido desde aquel 9 de junio de 1993 en el que la cinta se proyectó por primera vez como parte de la premier mundial en Washington DC.
Dos días después se realizó su estreno internacional, con el que impresionó al mundo entero con el realismo de sus creaciones digitales, que le permitirían una recaudación global de mil 29 millones 153 mil 882 dólares solamente por concepto de taquilla, es decir, sin contar los ingresos generados por la venta de derechos para su transmisión por cable, televisión, formatos caseros de consumo de video y, por supuesto, la mercancía, de la que Spielberg esun mago desde que estrenó Tiburón en 1977.
Desde entonces, Jurassic Park se convirtió en un hito que marcó no solamente la carrera de Spielberg, sino de todos los que participaron en ella, incluyendo al actor Jeff Goldblum, encargado de interpretar al doctor Ian Malcom en Jurassic Park (1993) y su secuela El mundo perdido (1997).
“Las buenas películas están hechas de ideas interesantes y Michael Criton fue un tipo brillante, además de un científico y escribió algo muy hermoso e intrigante.
“A eso hay que sumarle a Steven Spielberg, quien puede crear obras maestras, exitosas y hermosas que complacen a mucha gente, y que en conjunto con la tecnología fílmica, hace posible traer estas criaturas a la vida, como si estuvieran ahí”, expresó Goldblum en entrevista desde Hawái, donde en agosto de 1992 comenzó el rodaje de la primera entrega.
Las majestuosas creaciones a las que se refiere el actor que está de regreso en la franquicia gracias a Jurassic World: el reino caído, que se estrena el 21 de junio, fueron obra de Dennis Muren y encontraron el perfecto apoyo de Stan Winston y la técnica “animatrónica” —mecanismos robóticos o electrónicos— para escenas como la del pequeño velociraptor rompiendo la cáscara de su huevo o la del triceratops enfermo respirando con dificultad, todo ello aderezado con la inolvidable banda sonora de John Williams.
Jack Horner, el paleontólogo que trabajó codo con codo con Spielberg durante el rodaje del filme, dijo que todos en su gremio soñaron alguna vez con palpar e interactuar con esos animales a los que habían dedicado su vida.
“Y si me preguntan, diría que en 1993 lo logramos”, afirmó.
Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, los nuevos héroes de la franquicia, también compartieron desde los espectaculares escenarios naturales del Kualoa Ranch, de Honolulu, donde se han filmado al menos tres entregas de la saga, las razones por las que la franquicia se convirtió en un clásico moderno.
“Hace 25 años estábamos sentados en primera fila viendo esta película, viendo dinosaurios por primera vez en estos valles donde estamos ahora, es algo irreal”, dice sorprendido Pratt.
“¡Y eran reales! Los dinosaurios ¡eran reales! Casi como estas criaturas mitológicas. Y como un niño al aprender eso es un concepto alucinante ¿qué tal si los humanos coexistieran con los dinosaurios? ¡Es algo loco!”, mencionó por su parte actriz de La dama en el agua.
El cineasta español Juan Anonio Bayona (El orfanato) quien está al frente de la nueva entrega, recordó que el shock que experimentó el cine cuando, siendo un adolescente, vio por primera vez Jurassic Park.
“Recuerdo la expectativa y el shock de verla por primera que vez, porque inmediatamente tenías la sensación de que a partir de ese momento las cosas serían diferentes.
“Ver un dinosaurio en la pantalla grande con ese nivel de realidad, marcó un antes y un después”, mencionó el realizador, quien con Jurassic World: el reino caído, busca superar mil 671 millones de dólares que recaudó la cinta previa estrenada en 2015.