Tremendo susto el que se llevaron los jugadores de Los Tiburones Rojos de Veracruz, cuando el avión en el que viajaban hacia Cancún, Quintana Roo, presentó una falla en el motor.
El equipo había abordado la aeronave en el aeropuerto internacional de la ciudad de Veracruz con destino al Caribe, donde jugarían la pretemporada.
Cuando el avión había despegado, se presentó una falla en el motor y comenzó a salir fuego de una de las alas, lo que alertó a los elementos del equipo escualo.
El piloto se vio obligado a maniobrar para regresar al aeropuerto de Veracruz.
Minutos después, el avión aterrizó sin problemas y se informó que los jugadores no resultaron lesionados.
Los hechos ocurrieron ayer por la noche y la empresa Viva Aerobus difundió un comunicado en el que asegura que se hará responsable de los gastos que resulten para los pasajeros que viajaban en el avión.
“Alrededor de las 22 horas del día 11 de junio de 2018, una de nuestras aeronaves, cubriendo la ruta Veracruz – Cancún, vuelo 9138, registró una variación de parámetros en uno de sus motores”.
“Como medida precautoria, el avión regresó al Aeropuerto Internacional General Heriberto Jara de Veracruz para ser revisado por nuestro equipo de mantenimiento y la autoridad aeronáutica”.
“La aeronave aterrizó sin riesgo alguno para los pasajeros y miembros de la tripulación. Viva Aerobus protegerá a todos los pasajeros ofreciendo alimentos, cambios, hospedaje o reembolso, según establece la Ley de Aviación Civil”.
“Para Viva Aerobus la seguridad de su operación y de sus pasajeros es primero”, indica el comunicado de la compañía.
Y es que desde el pasado domingo los futbolistas se habían negado a viajar a Cancún para la pretemporada, porque la directiva les adeuda dos meses de salario más un bono por permanencia en primera división.
Ayer, directiva y jugadores habrían llegado a un acuerdo y finalmente estos últimos aceptaron cumplir con los entrenamientos de preparación.
