“Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.” – Víctor Hugo.
A horas de que concluyan las campañas electorales tanto federales como estatales, un patrón conductual comienza hacerse manifiesto.
La actitud por demás peligrosa de quienes militan en Morena es la clara evidencia de que los partidarios de Andrés Manuel López Obrador, no se piensan ir acompañar a su gurú a su rancho “La Chingada” en Palenque en Chiapas, si como todo parece indicar no ganan los comicios del 1 de julio.
Resulta que, para estos hijos de México, la elección ya está saldada, vaya, es más ya está ganada sin siquiera haber acudido a las urnas.
Lo verdaderamente extraño en todo esto, es que apenas apareció el mundial de futbol Rusia 2018, la popularidad del prócer tabasqueño se esfumo, la evidencia de ello, han sido los cierres que ha comenzado a realizar en diversos puntos del país, en donde simplemente la horda de aplaudidores desapareció.
Claro pues, no sin antes responsabilizar de ello, a la “mafia del poder” esa que lo ha perseguido por el resto de sus días, desde que se contra puso al sistema y al régimen, ejecutando un plan perverso para sabotearle todos sus actos (Monterrey, Veracruz, Acapulco, etc).
Aunado a ello, la actitud por demás violenta de sus huestes es asunto que deberá alertar a la sociedad, pero especialmente a las autoridades federales y por supuesto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de su órgano jurisdiccional correspondiente, como lo es el Tribunal Federal Electoral de la Federación (Trife).
Si no cheque porqué se lo digo.
En un acto por demás innecesario la presidenta Nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky en conferencia de prensa al exterior del Senado de la República afirmó que “Que no se atrevan a querer hacer un fraude, porque sí se van a encontrar con el diablo, no les vamos a permitir un fraude a ningún precio, no lo vamos a aceptar”, afirmó.
La Polevnsky aseguró que ella se meterá “a fondo” en caso de algún intento de fraude durante la elección del próximo domingo.
Para la ex presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) “ninguna manipulación es aceptable”.
Según reseña la nota de Tasneen Hernández, publicada por El Universal, bajo el título de “No se atrevan a querer hacer fraude, porque se van a encontrar con el diablo: Yeidckol Polevnsky”; el posible escenario que plantea un diario estadounidense, en el que el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador no ganaría la elección, es casi imposible, bajo el argumento de que “la elección ya está definida.”
¿Pero que acaso no se ganan las elecciones con votos y no con encuestas?
Pues parece indicar que, para los militantes y simpatizantes de este instituto político, el asunto es diferente, quizá por ello la dirigencia nacional de ese partido comienza a ofrecer excusas y argumentos que le den margen de maniobra para llegado el momento responsabilizar a ya sabe usted quien… si “La Mafia del Poder” esa que siempre aparece en los momentos más inesperados.
Según asegura Citlali Ibáñez Camacho –nombre verdadero de la lideresa nacional del Morena- su partido tiene “preferencias entre 50% y 60%, y remontar esa diferencia no se podría hacer más que mediante un fraude, no se puede hacer de otra manera”.
Lo que la misma ex senadora no dice, es la forma en como levantaron y construyeron sus encuestas, mismas que muchas veces fueron sesgadas y realizadas en zonas donde la presencia de Morena es más que evidente.
Para Yeidckol “los otros candidatos no tienen lo suficiente para ganar esta elección”, así de simple, sin más ni menos, vaya simple y llanamente esos están descartados, pues no hay más opción que su mesías y salvador.
Gravé, muy gravé resultan las aseveraciones de esta mujer, pues parece a todas luces un llamamiento a la insurrección si no le favorecen los resultados, algo que parece ocurrirá.
Ahora bien, en el momento mismo que no le favorecieran los resultados a AMLO ¿qué ocurrirá?, es pregunta.
Será acaso que tomaran edificios públicos, plazas comerciales, calles y todo lo que permitan hacer la presión para intentar interponer por la fuerza su voluntad.
Y entonces ¿dónde quedo eso de que amor y paz? … la congruencia política termina cuando los argumentos se acaban.
Al tiempo.
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