No cabe duda que eso de ser revolucionario de izquierda es mejor cuando se tienen privilegios de reaccionario de derecha.
Resulta que el escritor Paco Ignacio Taibo II, el mismo que propuso que una vez en la Presidencia su líder Andrés Manuel López Obrador le expropie sus empresas a los empresarios que lo “chantajeen”, fue captado dándose la gran vida en el club privado Las Brisas, en el puerto de Acapulco.
Y no es que no tenga derecho a hacerlo. Por supuesto que sí. Sobre todo en un país como México, donde cualquiera que pueda pagar esos servicios, como él, tiene acceso a los mismos. Al menos, hasta ahora.
Aquí la cuestión es de congruencia. Muy marxistas-leninistas-pejistas en el discurso. Pero en la vida real, tan proclives a los privilegios como cualquier capitalista de la “mafia del poder”. Pura pinche hipocresía.