El estado de Veracruz es una de las entidades creadas en 1824, considerada uno de los estados originales de la federación, ha pasado por todos los sistemas de gobierno vigentes en México y se reconoce por haber tenido un gran número de Gobernadores como depositarios del poder ejecutivo del Estado, desde su fundación a la fecha.
En los años turbulentos de las guerras intestinas y con el exterior, a Veracruz lo han gobernado infinidad de militares, comerciantes, abogados y otros ciudadanos con diferentes profesiones y oficios, pero, siempre vinculados con características apoyadas desde el centro del país, muchos de los gobernantes fueron designados por el Presidente en turno, otros se sometieron a elecciones.
La duración de su gestión como primer mandatario del estado, también, era definido por los grupos políticos del centro del país o por alguna convulsión política en el estado.
Los gobernadores en Veracruz se han dividido históricamente desde el siglo XIX, luego en el XX y finalmente los del siglo XXI, ha habido buenos, regulares, malos y muy malos; la época moderna de los mandatarios estatales se estabiliza políticamente en 1950, cuando el xalapeño, Marco Antonio Muñoz Turnbull, es propuesto y elegido para ser el gobernador de la entidad.
De ahí en adelante han pasado 13 gobernadores con periodos de seis años, a excepción de Dante Delgado Rannauro y Flavino Ríos Alvarado, que fueron gobernadores sustitutos.
De todos ellos, hay vagos recuerdos de progreso y desarrollo para el estado, destacan Antonio M. Quirasco a quién le tocó realizar la construcción de obras trascendentales para la vida de Xalapa, como fue el Edificio de Pensiones, el inicio del Museo de Antropología, las facultades de Comercio, Derecho y Arquitectura, la Biblioteca Central, el mercado Jáuregui y el Puente de Xallitic.
Siguió el licenciado, Dn Fernando López Arias, quien prosiguió con grandes obras para Xalapa impulsando el deporte a través de los gimnasios C, Omega, Allende, el universitario y anexo al estadio equipando con laboratorios y canchas a varias escuelas de la ciudad y también del estado, obras importantísimas que aún se recuerdan y luego parece que llega el letargo para la ciudad capital.
Los gobernadores que siguieron desde, don Rafael Hernández Ochoa, que dotó a Xalapa de la Hacienda de “El Lencero” convertido en museo y, terminó la construcción del Museo de Antropología, pocas obras brillaron para la ciudad capital; con Acosta Lagunés, se planeó la construcción del Centro de Especialidades Médicas (CEM), aunque se terminó y lo inauguró Fernando Gutiérrez Barrios.
Verá usted, querido lector, que si sólo hago referencia a ciertos gobernadores con nombre y apellido, ellos son los que más han invertido en la ciudad de Xalapa y ninguno, con el resto de los demás gobernantes de Veracruz, han sido nacidos en Xalapa, claro, a excepción de Marco Antonio Muñoz Turnbul.
Esta ficha histórica la podemos llamar gobernadores comprometidos con Xalapa, la capital, ya que el resto de los gobernantes se dedicaron a tratar de desarrollar a otras ciudades del estado y cada uno, oriundo de alguna región diferente a Xalapa, pues beneficio a su lugar de nacimiento y arraigo, privilegiando obras y beneficios para diversas zonas de Veracruz, olvidando un poco o mucho a la ciudad de Xalapa, que en la mayoría de los casos, a esos gobernadores los recibió para que aquí cursaran su educación y estudios profesionales.
Xalapa, la capital del estado, siempre ha compartido en el centro de la ciudad a los dos poderes el gobierno municipal y el gobierno estatal y, antes, bajo la estricta disciplina jerárquica partidista establecida por el PRI, esa convivencia era desfavorable para el alcalde en funciones, porque la obra pública para la capital promovida por el ayuntamiento no podía ensombrecer la obra pública estatal dictada por el Gobernador, hubiera plan o no para realizarla.
Y por ello, esas acciones de jerarquía instrumentaron la hipótesis de que el desarrollo y progreso de Xalapa, estaba supeditado a las decisiones, para bien o para mal, del Gobierno Estatal y por ello no hubo más obra pública que pudiera llevar de la mano el desarrollo de la ciudad, convirtiéndose en una población dependiente sólo del comercio, la burocracia estatal, municipal y la que genera la Universidad Veracruzana.
Poca obra pública del Estado para Xalapa, sin duda, los Gobiernos estatales predecesores destinaron obras y servicios para otras ciudades del estado, pero, Xalapa la capital también necesitó grandes inversiones ya que, Considerada una “Atenas” se requieren grandes apoyos para la educación, la cultura, para el arte, para el deporte, para las ciencia y ecología, ¿dónde terminaron las grandes manifestaciones artísticas y culturales que dieron fama de tener una “Atenas” en el estado de Veracruz?
68 años han pasado para que, el Gobernador del Estado de Veracruz, sea un gobernador nacido, criado, educado y preparado profesionalmente en Xalapa: Cuitláhuac García Jiménez, será el primer gobernador de este siglo originario de la capital del estado.
Por ello, las expectativas para que, este gobierno, traiga vientos favorables para que Xalapa crezca, se desarrolle y vuelva a brillar como una gran capital, porque se unirán los esfuerzos para lograrlo, por primera vez, de las tres autoridades: el Presidente de la República, el Alcalde y el Gobernador, emanados del mismo partido que recogieron todas las esperanzas del pueblo veracruzano convertidos en votos, para el florecimiento de la entidad y para esta bella ciudad que necesita la atención de los gobernantes para recuperar el prestigio internacional de una ciudad, donde se gesta el pensamiento y el conocimiento de la ciencias humanas y la cultura. Que todo sea para bien.
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