Destacados y prominentes priistas nos han comentado con sobrada razón que una excelente opción para encabezar los destinos del Partido Revolucionario Institucional en el estado de Veracruz sería Segundo Grajales Lagunes, ex alcalde de Puente Nacional.
Grajales Lagunes realizó un excelente trabajo como presidente municipal y en las pasadas elecciones obtuvo una copiosa votación que superó los 25 mil votos; si no hubiera sido por el llamado “efecto Peje” que hizo ganar a completos desconocidos, Segundo estaría estrenando curul a partir del 5 de noviembre.
Además, muchos grupos al interior del partido tricolor no lo verían mal. Segundo Grajales cuenta con la amistad tanto de jóvenes, mujeres, así como de algunos importantes activos políticos que tampoco deberían ser desdeñados; su experiencia y sapiencia deben ser aprovechadas.
Ya se verá, pero mientras tanto urge airear el edificio de Ruiz Cortines; hacer un recuento de quiénes traicionaron o sólo se dedicaron a la simulación, que también es una forma de deslealtad al partido que les ha dado todo. Es necesaria si no una purga al estilo stalinista, sí una depuración a fondo para que permanezcan los militantes que traen la camiseta bien puesta. Es imperante que como el Ave Fénix, el PRI resurja de sus cenizas. Y resurgirá siempre y cuando vuelvan la cara a las bases y a los ciudadanos; que retomen las demandas populares y se conviertan en una opción viable de gobierno.