El 9 de agosto de 2012 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma político-electoral que dio paso a las figuras independientes dentro de la contienda. A seis años, esta no ha podido madurar; tan solo en Veracruz solo un triunfo se ha conseguido por esta vía, en una presidencia municipal.
Es el caso de Octavio Pérez Garay, hoy munícipe en San Andrés Tuxtla, quien logró una victoria importante y se convirtió en el primer presidente municipal independiente veracruzano. Su triunfo radicó en el hecho de que ya contaba con experiencia política, pues había sido diputado local, además de que es más que conocido en su municipio y la región. Su nombre habló por sí mismo y no necesitó de ningún instituto político para abrirse paso.
Otros también lo intentaron por esa vía, pero no con éxito y tan diluidas ven las candidaturas independientes en el estado que en el pasado proceso todos los candidatos a gobernador y a senadores traían un membrete partidista.
A nivel federal, todos sabíamos que el hoy ex candidato presidencial, Jaime Rodríguez Calderón no tenía la mínima posibilidad de triunfo; lo supo a tiempo Margarita Zavala, quien se bajó de la contienda. Aún con todo, el Bronco obtuvo 2 millones 961 mil 732 votos, lo que representó el 5.23 por ciento del total de la votación emitida el pasado domingo 1 de julio, es decir, tuvo más votos que el Partido de la Revolución Democrática (2.83%), que el Partido Encuentro Social (2.70%), que el Partido Verde Ecologista de México (1.85%) o que el Movimiento Ciudadano (1.78%), aunque no más que el Partido del Trabajo (PT).
Sin embargo, para recordar esta fecha importante en el quehacer político, varios ex candidatos independientes realizarán un encuentro ciudadano donde evaluarán el avance en estos seis años. Si bien se trata de una figura de trascendencia, parece que en el país nuestro propio sistema partidista irónicamente y en la práctica, no deja que las candidaturas independientes pasen de los pañales, en Veracruz y en todo México. Una pena en verdad pues, aunque existe un hartazgo social, los ciudadanos no reconocemos su verdadero peso en la balanza.
@YamiriRodríguez
