El presidente electo López Obrador dijo hace unos días que en su gobierno habrá plena libertad de expresión, que no habrá censura, que todos serán libres de publicar sus opiniones sin consecuencias.
Fue más allá y dijo que en el caso del despido de Carmen Aristegui y de José Gutiérrez Vivó, buscaría una reconciliación que permita su regreso a la radio.
Esta expresión se interpretó como una intervención del presidente electo para poner comunicadores que podrían ser afines a él. Creo que más bien se refirió a tratar de limar asperezas entre los dueños de lo medios y los periodistas, loable si, pero muy difícil de lograr, después de años de pleitos y posiciones enconadas entre las partes.
Pero algo debe entenderse muy bien. Todo medio de comunicación en el mundo tiene una línea editorial basada en sus intereses políticos, económicos y empresariales. Todos. Y quienes ahí laboran lo saben y deciden libremente seguir o no esta línea editorial.
Es claro que si no estás de acuerdo pues te vas, buscas otro espacio afín a tu ideario y punto y se acabó.
Carmen Aristegui ha demostrado que se puede trabajar sin patrón en la web y seguir siendo la mejor. La profundidad de sus reportajes e investigaciones periodísticas han cambiado el rumbo de instituciones y políticos. Allá los medios que la perdieron.
Tan malo es intervenir para que medios corran a periodistas incómodos, como la tentación de poner a quienes sean afines. Eso no es ni será libertad de expresión.
La globalidad y accesibilidad de las comunicaciones actuales permiten hacer un nuevo periodismo a partir de plataformas alejadas de estos intereses empresariales y desarrollar trabajos que permitan señalar los actos de corrupción y cualquier otro que atente contra los ciudadanos con puntualidad y enorme difusión.
El gobierno de López Obrador deberá entender que la libertad plena de expresión estará más en estos espacios que en aquellos que protejan sus inversiones y concesiones a fuerza de inconfesables intercambios de favores.
Insisto, la gran Carmen Aristegui es ejemplo de que si es posible.