Transición de poderes, con placeo de colaboradores, y cátedra política de dos hombres de estado

Inédita la tercera reunión preparatoria de la transición con respeto y cooperación del Presidente en Funciones Enrique Peña Nieto y del Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador; la mayor trascendencia se dió, con la presencia del gabinete que termina junto al que iniciará funciones con el Presidente Electo, guardando ambos equipos un silencio respetuoso para sus jefes, conscientes los que se van y los que llegan, que la historia registrará esta versión inédita de cordialidad “real o fingida”; pero al fin, un respeto mutuo de los jefes políticos.

El respeto a la División de Poderes se ejerce de manera obligada, por encargo del Poder Soberano del Pueblo y la Carta Magna define y reglamenta el concepto de Soberanía en la conformación del Estado Mexicano, privilegiando la coexistencia de los Tres Poderes de la Unión.

La cortesía política en esta transición, a pesar de los tiempos anticipados, queda registrada con la presencia de los Jefes Políticos que se conducen con la mayor cordialidad, para muestra y enseñanza de los hombres y mujeres integrantes de sus respectivos gabinetes.

Preparación, experiencia y capacidad, constituyen los atributos de cada personaje que acompaña en el Gobierno al Presidente que termina su función y lo mismo debe afirmarse de quienes acompañarán al Presidente que inicia su encargo a partir del próximo 1º de diciembre, tal como lo establece la Constitución Federal, sin más requisitos que ser ciudadanos mexicanos por nacimiento, estar en ejercicio de sus derechos y tener 30 años cumplidos.

Aunque llama la atención que en el Gabinete de Peña Nieto, no se conoce a ningún colaborador que rebase los 70 años de edad y en cambio en el grupo de funcionarios que formarán parte del Gabinete de López Obrador, la mayoría rebasa los 60 años de edad y en el caso del Ingeniero Javier Jiménez Espriú, su currículum apunta 81 años de edad cumplidos, y su responsabilidad encomendada, será definitoria del éxito con el que podría comenzar el Gobierno de AMLO.

Resulta evidente que la decisión sobre la construcción del NAIM o su cancelación, provendrá del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, pero no hay duda de que Jiménez Espriú, será quien cargue con la responsabilidad de lo que resulte de la decisión presidencial; porque en México y en todo el mundo, los aciertos son del Presidente y los errores, son de sus colaboradores.