El Licenciado Andrés Manuel López Obrador, dentro de 98 días, rendirá protesta ante el Congreso de la Unión, comprometiéndose a “guardar y hacer guardar” la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las Leyes que de ella emanen. Al mismo tiempo el Presidente de la República deberá comprometerse a “desempeñar leal y patrióticamente” el cargo de Presidente que el pueblo le confirió, (30 millones de votos), mirando en todo “por el bien y la prosperidad” de la Unión.
Y termina la asunción al poder y toma de posesión, del nuevo y “Gran Tlatoani”, con la advertencia que él mismo debe hacerse, en el sentido de que “si no lo hiciere, que la Nación me lo demande”. El texto del artículo 87 de la Carta Magna, solo es escuchado por el pueblo de México, cada seis años, a través todos los canales de difusión y en todo el territorio nacional, para que no quede nadie sin conocimiento de la llegada al Poder Ejecutivo Federal, de quien fijará el rumbo de la Nación.
Las formas para la designación de los colaboradores más cercanos del Presidente, identificados como Secretarios del Despacho o Secretarios de Estado; en conjunto, los titulares de cada una de las Dependencias o Secretarias, se les identifica como miembros del Gabinete Legal, complementado con otros altos funcionarios de la Federación, que son nombrados directores de organismos públicos descentralizados y empresas de participación estatal, que en conjunto forman el “Gabinete Ampliado”.
Requisitos para ser Secretario de Estado, por mandato del artículo 91 constitucional, se debe: ser ciudadano mexicano por nacimiento, estar en ejercicio de sus Derechos y tener 30 años cumplidos. Y al igual que el Presidente de la República, los funcionarios públicos de todo nivel, antes de tomar posesión de sus cargos, según el artículo 128 constitucional, deberán protestar guardar la Constitución y las Leyes que de ella emanen.
Las responsabilidades del Presidente de la República, Gobernadores de los Estados y además funcionarios públicos están previstas en los artículos del 108 al 114 de la Ley Fundamental o Ley Máxima.
Y con cada inicio de sexenio, los mexicanos tenemos la esperanza de que el nuevo gobierno sea mejor que el que termina; aunque hasta el actual sexenio, las promesas incumplidas y la mala administración de los recursos públicos, supera a todos los anteriores, en perjuicio de los mexicanos más empobrecidos.





