Interesante, lo que publica la columna Kiosko, de El Universal:
En Monclova, Coahuila, nos cuentan, la Dirección de Transporte y Vialidad municipal acaparó los reflectores tras una prueba antidoping, que se aplicó a los taxistas.
Resulta que tres de los chóferes dieron positivo a embarazo y negativo al consumo de drogas. Javier Hernández del Ángel, líder regional de la CTM y comisionado del transporte, quien informó de los resultados, explicó que por miedo a que les saliera positivo el antidoping, los conductores “se quisieron pasar de listos” y llevaron muestras de orina de sus esposas, quienes sí están gestando. Nos mencionan que, a los coahuilenses no les hizo gracia la trampa, ni la forma como los delató el líder cetemista y mostraron preocupación por las pruebas, que dejan entrever el peligro al que se exponen quienes abordan un vehículo que al volante lleva a una persona en estado inconveniente, e incluso, también empezaron a dudar de los resultados de los análisis de este tipo aplicados a policías municipales. ¡Ups!
