El hallazgo de la fosa clandestina con 166 cuerpos en la zona centro de Veracruz hizo que Verónica, originaria del estado de Sonora, llegara a la Dirección General de los Servicios Periciales en Xalapa en búsqueda de su esposo, quien desapareció entre Tlapacoyan y Martínez de la Torre en 2016.
Residente de la ciudad de Hermosillo, narró que se trasladó con otro familiar a la capital veracruzana, luego de ver en las noticias este hecho y esperando tener conocimiento de lo que le pudo ocurrir a su pareja sentimental.
Dijo que José Manuel Ramos Ayala, de 45 años de edad, desapareció el 8 de agosto de 2016, junto con Juan Carlos Espinosa, 29 años, luego de que según ella lo ayudara a trasladar un vehículo entre esos dos municipios.
“Aquí en Veracruz salió con el hijo de su amigo, porque se le había descompuesto el carro en unas parcelas le dijo el señor. Mi esposo sabe mecánica, fueron a ver el carro y ya de ahí ya no regresaron”, comentó la sonorense, quien al igual que otras 30 personas acudieron a las oficinas de los servicios periciales.
Horas antes de desaparecer, añadió, él la llamó vía telefónica para decirle que en la madrugada viajaría de regreso a Hermosillo, lo cual no ocurrió, desconociendo desde entonces su paradero.
“La camioneta la encontraron al otro día calcinada, a mí nunca me gustó eso porque no hicieron peritaje, primero la levantaron. Yo puse una denuncia aquí, exigimos eso y me respondieron que no tenía derecho a saber de nada porque la camioneta no era de mi esposo, que él nada más la traía manejando”, criticó.
“Tengo que seguir buscando mientras no lo encuentre. Tengo tres hijos; esto es lo peor que le pueden hacer a uno porque no se sabe realmente qué pasó con ellos”, reiteró al exponer que la unidad fue encontrada en La Martinica, en la carretera que conduce a Misantla.
“Tuvimos que venir a Xalapa a Derechos Humanos porque no estaban haciendo nada, el peritaje de la camioneta pasaron seis meses para que lo hicieran (el peritaje)”, manifestó visiblemente afectada y indicando que lo que quiere es descansar y saber qué le pasó a su marido.
