En la colonia Centro del puerto de Veracruz se generó un zafarrancho entre automovilistas y empleados de una empresa de grúas, esto durante un operativo sorpresa en el que Tránsito Estatal ordenó que varios vehículos estacionados sobre la calle Juan Enríquez fueran levantados.
Una profesora de la Unimex, de nombre Aidé Magallanes, se encadenó a su vehículo para evitar que se lo llevaran al corralón.
Calificó como una arbitrariedad por parte de las autoridades el que se haya ordenado el retiro de los autos, pues dijo que se les exigen pagos de 600 a 700 pesos.
Acusó que desde hace varios años, ella y varios compañeros suyos que también laboran como docentes de la universidad acostumbran estacionar sus coches sobre esa arteria vial y hoy por la mañana ni si quiera se les notificó con anticipación sobre lo que ocurriría casi al mediodía.
“No vamos a permitir que se lleven las unidades porque no hay un por qué. Vamos a tratar de negociar esto hasta las últimas consecuencias. Ya hablamos con el subdelegado de la Policía Estatal, algunos oficiales de Tránsito y de la Policía, pero ninguno nos ha sabido resolver”, manifestó.
Se trató de un operativo sorpresa en el que llegaron siete grúas de la empresa B&B y personal de Tránsito Estatal.
Las acciones se llevaron a cabo sobre Juan Enríquez, casi esquina avenida 20 de noviembre.
Otros automovilistas cuyos autos ya habían sido enganchados a las grúas también impidieron que se llevaran las unidades.
Esto generó un zafarrancho contra los empleados de las grúas, sin embargo elementos de la Policía Naval y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) intervinieron.
Al final se acordó que los autos serían arrastrados hasta la Delegación de Tránsito Estatal donde se les regresarían sus unidades sin cobrarles alguna multa o sanción.
