Maduro debe responder de los delitos de lesa humanidad en contra del pueblo venezolano

El fin catastrófico que se observa en lo que queda de la República Bolivariana de Venezuela, muestra el éxodo de un pueblo hambriento que camina hacia las fronteras más cercanas de su país; familias completas hombres, mujeres y niños solitarios, descalzos o con zapatos rotos, vistiendo harapos o gastadas ropas y el mínimo equipaje que constituye en su mayoría, una bolsa de plástico o una caja de cartón en la que llevan lo más elemental para su sobrevivencia. Las inclemencias del tiempo y la violencia de militares, policías y bandas criminales, no detienen a quienes pretenden llegar a Colombia o a Brasil, en busca de su sobrevivencia y de mejores condiciones de vida.

Todo comenzó desde febrero de 1999, con el triunfo del político y militar venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2013 y sucedido en el cargo de presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, por Nicolás Maduro, el mas aventajado discípulo de Chávez, quien fungió entre 2012 y 2013, como vicepresidente de Venezuela y a la muerte del fundador del Partido Socialista, lo sustituyó en la Presidencia de ese depauperado país.

La amistad de Hugo Chávez y el Presidente de Cuba Fidel Castro, significó para Chávez, un refugio para ser atendido por los médicos personales de Castro, quienes ocultaron la penosa enfermedad del mandatario venezolano, que hizo crisis el 5 de marzo de 2013, cuando ocurrió su muerte en el hospital militar de Caracas, según la nota difundida en cadena nacional por el vicepresidente y sucesor Nicolás Maduro, quien informó que el deceso sobrevino a consecuencia de un infarto fulminante, después de dos años de tratamientos infructuosos contra el cancer.

En contradicción al presidente Maduro, en 2016 Euzenando Azevedo, en ese entonces presidente de Odebrecht en Venezuela, se atrevió a corregir a Maduro, aclarando que Chávez murió en la Habana Cuba y que antes de su último viaje a la isla de Castro, instruyó a sus más cercanos, a elegir a su vicepresidente Nicolás Maduro, como su sucesor en caso de muerte.

El desempleo y la pobreza afectan a cerca de 10 millones de sus habitantes, condenados a satisfacer sus necesidades alimenticias, con una comida al día. A pesar de que Venezuela tiene la mayor reserva petrolera del mundo, incluso es mayor que las reservas de Arabia Saudita e Irán. Por lo que la represión y la quiebra económica no se justifican en un país que lo tenía todo.