La sensación de angustia que nadie quiere sufrir, por el miedo a un peligro real que se vive por todos los rumbos del país, no es imaginaria; basta con revisar los registros de la seguridad pública en todas las entidades del país, para justificar el miedo obsesivo que agobia a los ciudadanos de todas las clases sociales, quienes han sufrido atracos a mano armada en sus negocios, levantones, secuestros y desaparición de algún familiar, amistad o conocido.
En tanto la población lucha por liberarse del miedo a la criminalidad, delincuencia e impunidad, la seguridad prometida en los últimos tres sexenios, ha quedado en eso, en una promesa incumplida tanto de los expresidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, como del Presidente en turno, Lic. Enrique Peña Nieto.
Las estadísticas que lleva el Sistema Nacional de Seguridad Pública, confirma lo antes dicho. Las esperanzas de mejorar las condiciones de seguridad en todo México, están cifradas en el nuevo gobierno y es el deseo de todos, que se acabe el miedo que impide a los ciudadanos realizar sus actividades cotidianas con normalidad.
La economía nacional, se encuentra en el peor momento de las dos ultimas décadas del presente siglo; el crecimiento económico ha sido en un promedio cercano al 2% anual y los llamados factores de la economía, según los expertos, no se han resuelto correctamente y a ello se debe los bajos niveles de inversión.
El fortalecimiento del mercado interno y el intercambio tecnológico en la economía, dependen del aprovechamiento educativo, que no se da por la resistencia de los involucrados en la llamada Reforma Educativa, a punto de sucumbir ahora que la eterna lideresa del SNTE, la maestra Elba Esther Gordillo Morales, ha decidido retomar el liderazgo nacional del Sindicato, en el que se mantuvo desde el Gobierno del expresidente Salinas, hasta su encarcelamiento al inicio del gobierno que está por terminar.
Y hurgando en las memorias del expresidente Vicente Fox, en su segundo informe de gobierno, el IPAB vendió Setenta y Siete Mil bienes, de cuya venta recuperó Doce Millones de Pesos; equivalente a Ciento Cincuenta Pesos por cada uno. Hoy se sabe que el INDAABIN y el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), están vendiendo todos los bienes, muebles e inmuebles Propiedad de la Nación, cuyas operaciones están bajo sospecha, por los antecedentes ocurridos cada fin de sexenio.
