Como ocurrió en Chiapas, sitios en que se encontraban migrantes de la primera caravana fueron fumigados por personal del Municipio de Sayula de Alemán, en Veracruz.
Brigadistas rociaron insecticida donde acampaban los centroamericanos para prevenir la reproducción del mosco transmisor del dengue.
Uno de los empleados rociaba mientras que los integrantes del éxodo hacia el norte, adultos, jóvenes y niños, se levantaban a toda prisa tapándose la nariz.
Fredy Ayala, Alcalde de Sayula de Alemán, dijo que mandaron fumigar para desinfectar de moscos y zancudos.
«Mandamos a prevenir para los moscos, zancudos, para desinfectar todo. Como ha estado sin ocupar el mercado, mandamos desinfectar», afirmó.
A pesar de todo, los centroamericanos no se dijeron enojados por el trato y agradecieron el apoyo del Gobierno mexicano.
Los cientos de migrantes habían salido antes de las cinco de la mañana de Matías Romero, Oaxaca, con la intención de llegar a Donají, a 43 kilómetros, en el mismo Municipio.
Sin embargo, los primeros que llegaron pasaron de largo hacia Veracruz, pues en días recientes ha habido molestias porque consideran que el grupo avanza muy lento.
Otros decidieron continuar porque el lugar que les prestaron para el campamento era un estadio al aire libre, como el de Matías Romero, donde anoche la lluvia los obligó a buscar refugio en la madrugada.
En límites entre Oaxaca y Veracruz, los que habían conseguido apoyo de tráileres y camionetas fueron bajados por la Policía Federal con el argumento de que era riesgoso.
En Huixtla, Chiapas, los indocumentados ya habían sufrido con la fumigación.
La Secretaría de Salud de esa entidad reconoció que el personal no cumplió con los protocolos correspondientes en la aplicación, por lo que abrió una investigación al respecto.





