La vida contemplativa es una vida ordenada, con miras a la contemplación. Así lo dice la Enciclopedia Católica; y también se afirma, “”Que la Vida contemplativa, es una llamada al amor, que constituye un acto continuo de adoración, que patentiza la Supremacía de Dios, es la total validez de su amor, como Valor Absoluto que llena de plenitud”” Fuente: Comunidad Religiosa.
Lo malo es que no existen políticos, que puedan destinar un poco de su tiempo a la Vida Contemplativa, en medio de la Acción. La definición de la política, como el aporte humano al destino total y armonioso de la creación, sólo existe en la ciencia de la Deontología Política, si se le considera además, como la búsqueda del bien supremo que representa la virtud y la justicia. Y es por ello que la Praxis Política, es una actividad tan desprestigiada en nuestro país, que produce repugnancia en muchos sectores sociales.
Y es por ello que en tiempos electorales, se calientan los ánimos al abordar problemas que afectan a los sectores sociales, cuyos votos serán necesarios para ganar toda contienda electoral. Lo más común de los temas electorales resultan ser, las promesas incumplidas para resolver “viejas” demandas, como la desigualdad económica, la corrupción, inseguridad, impunidad y democracia.
Al inicio de cada sexenio en nuestro país, el candidato triunfante marca el nuevo rumbo por el que gobierno y sociedad han de transitar, para construir juntos la Patria Nueva que todos esperamos. Así sucedió con todos los antecesores del Presidente Electo Lic. Andrés Manuel López Obrador; y lo mismo está ocurriendo con el triunfador de la pasada elección presidencial; sólo que, para no ir muy lejos, la expectativa con la que llegó el Presidente Enrique Peña Nieto, se diluyó desde aquel Pacto Por México que suscribió en el segundo año de su gestión, al que acudieron sus correligionarios del PRI, junto con los principales líderes del PAN y PRD.
De poco o nada sirvió esa interlocución, cuando la decepción llegó a la población, al ver la inoperancia de las mentadas “Reformas Estructurales” en las áreas educativa, financiera, energética, laboral y fiscal, pues el país que deja el gobierno que termina la próxima semana, se palpa inmerso en la corrupción y abuso autoritario del poder. El trabajo de López Obrador ha comenzado antes de la protesta del cargo presidencial; y eso es lo mejor que le puede ocurrir a los mexicanos. ¡Enhorabuena Señor Presidente!.





