Al General Porfirio Díaz lo rebasó la 3ª. Y a Peña Nieto la 4ª… Transformación

Un proyecto de nación, fallido, lleno de desigualdades sociales; con una marcada división clasista; la discriminación contra los jornaleros, asalariados y sus descendientes, fueron el caldo de cultivo que encontró el candidato Francisco I. Madero, al encabezar la protesta en contra del “fraude” electoral del General Porfirio Díaz, cuyas aspiraciones reeleccionistas, encontraron en 1910, la más firme y poderosa oposición de un líder cuyo carisma oculto, fue creciendo a la par del movimiento que se desencadenó en la Revolución Mexicana.

Porfirio Díaz, seguro de que continuaría al frente del Gobierno, muy a pesar de su avanzada edad, con ocho décadas de vida, se sentía con la energía suficiente para supervisar la construcción del edificio que hoy conocemos como “El Monumento a la Revolución”, cuya grandeza para el general Porfirio Díaz, de esa sede del Poder Legislativo, es que constituiría una obra más de la magnitud y belleza del edificio de Correos Nacionales, del Palacio de Bellas Artes y del Palacio de Comunicaciones.

Los detalles del nuevo edificio, diseñado por el arquitecto francés Émile Bernard, incluían cuatro enormes columnas de estilo clásico del renacimiento francés; con fachadas de mármol, una gran cúpula y acabados de ónix y esculturas relacionada su con la cultura universal. Las fiestas del Centenario de la Independencia, a decir del General Díaz, formaban parte de las obras de paz y progreso de su prolongado gobierno.

Agregó Díaz, que un pueblo que tiene amor a la Patria, alcanza siempre el progreso nacional y concluyó su mensaje al referirse a la sede en construcción del Poder Legislativo, hoy conocido como Monumento a la Revolución, afirmando que el pueblo pasó de la anarquía a La Paz; de la miseria a la riqueza, y del desprestigio al crédito y a la cordialidad con los pueblos del mundo civilizado. Al colocar la primera piedra de la monumental obra, Porfirio Díaz lo dio por inaugurado el 23 de septiembre de 1910.

Peña Nieto, no ejecutó ninguna obra de la magnitud de las que hizo el gobierno del Gral. Díaz, pero afirmó en la entrega de su sexto informe, que prefirió: pensar en el futuro y bienestar del país y soslayó pensar electoralmente. Dicho en otras palabras, dejo colgado al candidato del PRI, su excolaborador José Antonio Meade Kuribreña. Y lo alcanzó y rebasó la Cuarta Transformación del país, encabezada por el Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador.