En la zona de mercados de Veracruz, familiares, amigos y conocidos dieron el último adiós a Alejandro, un joven comerciante que ayer murió de una puñalada en el corazón, tras haberse resistido a un asalto.
«¡Queremos justicia!», reclamaron los ciudadanos que despidieron los restos del hombre asesinado ayer.
El féretro donde descansan los restos del joven comerciante de licuadoras, fue trasladado al local donde trabajaba. Después, la caja fue cargada en hombros y llevada al cruce de la calle Nicolás Bravo y calle Cortés.
Fue ahí, en los bajos de Soriana Mercado, donde el contingente hizo escala. Un día antes, en ese mismo lugar, Alejandro agonizaba.
Una mujer se encargó de rezar un Padre Nuestro y dedicarle algunas oraciones al joven para su descanso eterno.
La caja fue colocada en el lugar donde ayer Alejandro se enfrentó al ladrón de su celular. En medio del forcejeo, el delincuente sacó un arma punzocortante y la clavó en el pecho de su víctima, consiguiendo que el filo atravesara el corazón del comerciante.
«¡Sólo quiero que agarren al que mató a Alejandro, porque no lo han podido encontrar!», exclamó un joven que estuvo en la emotiva despedida.
En medio de rostros desencajados, la población le dedicó un aplauso a Alejandro. Después de 15 minutos de despedida, el féretro fue llevado al panteón municipal.
