Tras más de dos años de litigio, la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), recuperó un terreno de «La Isla del Amor», del municipio de Alvarado, que había invadido el empresario Fernando López Valenzuela, hijo del ex gobernador Fernando López Arias.
Esta semana se dio a conocer la resolución que confirma que el espacio invadido le pertenece a la dependencia Federal y no al hijo del político veracruzano.
Todo inició en noviembre de 2016, cuando la inmobiliaria Impulsora de Turismo Golfo-Caribe, propiedad de López Valenzuela, mandó a colocar una malla metálica en un predio de 15 mil metros cuadrados. Con documentos, el empresario invasor dijo ser dueño del terreno.
No obstante, se sabe que en un decreto firmado el 4 de febrero de 1997, el entonces gobernador Patricio Chirinos expropió la «Isla del Amor» a la empresa Inmobiliaria del Golfo y Del Valle y la declaró zona sujeta a conservación ecológica. Un terreno de dicho lugar le corresponde a la Semar, según documentos oficiales.
La «Isla del Amor» se ubica en los límites de Boca del Río y Alvarado; es una franja que atraviesa la zona del estero del Río Jamapa y la desembocadura del afluente con las aguas del Golfo de México. Se cree que fue bautizada con ese nombre porque a dicho lugar acudían las parejas para pasar el rato, a solas y lejos del bullicio de la ciudad.
Hace poco más de dos años, grupos ambientalistas reportaron que Inmobiliaria Impulsora de Turismo Golfo-Caribe había colocado la cerca metálica que incluso llegaba hasta el mar. Casi de inmediato, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) colocó sellos de clausura en la estructura.
Al hijo de López Arias se le exigió que acreditara la propiedad del predio y ahí comenzó el litigio.
Joel Castillo, representante legal en aquel entonces de la empresa, comentó que la barda metálica fue construida para proteger el terreno privado que, según él, le pertenecía al hijo del ex gobernador.
El abogado negó que el proyecto haya violado el reglamento de las autoridades ambientales, pues reiteró que contaba con los documentos que garantizaban que el terreno es propiedad privada.
Pero en febrero 2017, la barda fue retirada por órdenes de las autoridades federales.
Esta semana se dio a conocer la resolución a favor de la Semar, la verdadera propietaria de casi 65 mil metros cuadrados que le fueron asignados desde hace varios años por el gobierno federal.
Sergio Armando González, presidente de Earth Mission, que fue una de las organizaciones que impulsó la demanda, celebró el fallo.
«Nosotros interpusimos la denuncia y nos comentan hace dos días aproximadamente que a dos años de este litigio, pues se le dio el destino a quien le correspondía, que era a la Marina», comentó.
Actualmente, la entrada al terreno de la Semar, ubicado del lado del estero, ya fue cerrado y quedó bajo vigilancia de elementos navales, sin embargo la parte de la playa está abierta a toda la población por tratarse de una zona federal, que abarca desde donde rompen las olas hasta 20 metros más adelante.







