Adultos mayores integrantes del sindicato de maniobristas despedidos hace casi 30 años durante la requisa del puerto de Veracruz, exigieron al Gobierno Federal del presidente Andrés Manuel López Obrador que los reinstale en sus antiguos puestos de trabajo.
Se trató de los agremiados al llamado Sindicato de Maniobristas, Carretilleros, Cargadores, Abridores, y Conexos de la Zona Marítima y del Comercio de la Ciudad y Puerto Veracruz, que esta mañana ofrecieron una rueda de prensa.
Algunos de los hombres de la tercera edad llegaron en bastón, otros en sillas de ruedas y la mayoría de ellos lo hizo caminando.
Dijeron que formaron parte de la plantilla laboral que durante varias décadas estuvo al servicio del recinto portuario. Sin embargo, en la década de los 90, el entonces Presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, ordenó la requisa.
El entonces primer mandatario mexicano acusó que esa medida era necesaria porque el puerto operaba en medio de un verdadero caos, ineficiente, plagado de vicios y corruptelas, altos costos, escasos rendimientos que no cumplían los estándares internacionales.
Entre los despedidos, estuvieron casi 5 mil agremiados al Sindicato que esta mañana ofreció rueda de prensa. Con el paso de los años, muchos de los ex trabajadores se dedicaron a otras labores, otros murieron y una minoría continuó dentro del puerto, pero bajo otras condiciones de trabajo.
A casi tres décadas de la requisa, hoy, los ancianos que de jóvenes trabajaron en el puerto, piden a López Obrador que los ayude a regresar a sus puestos.
René Bustos, secretario general de la organización, reconoció que debido a la edad, sus agremiados ya no pueden trabajar, pero las plazas se las dejarían a sus hijos o a sus nietos, pues el objetivo es que los puestos no se pierdan.
“Estamos solicitando la devolución de las cuentas bancarias de los edificios y también la restitución de nuestras áreas laborales, queremos una mesa de trabajo inmediata para poder determinar la situación que prevalece contra nosotros, son 27 años, más de 3 generaciones de trabajadores que se han ido a la basura”.
“Los compañeros tenemos herederos, es una sucesión, nuestros hijos, nuestros nietos, pues es gente joven que se está capacitado por si algún día el gobierno nos hace justicia”.
Refirió que debe haber mesas de diálogo donde la autoridad federal escuche a los ciudadanos afectados por la requisa.
“Que el gobierno federal haga la revisión de la requisa para que si en su momento hay una reversión a los actos cometidos contra nosotros, se nos sea devuelto también parte de lo que es la empresa”.
Aseguró que hace unos años, el gremio a su cargo recibió la constancia de nota que lo acredita como sindicato, por lo que pueden luchar de manera legal para que se les reinstale o liquide conforme a derecho.
