Ana Miriam Ferráez es otra vez noticia nacional. La primera vez fue cuando subió a tribuna en el Congreso como diputada local para defender a Andrés Manuel López Obrador, el candidato que le daba “asco” cuando ella era panista. En esa ocasión no pudo recordar el nombre del presidente Fox y confundió a Hugo Chávez con Fidel Castro. Debido a su descarada ignorancia la diputada Ana Miriam fue el hazmerreir de todos. En esta ocasión lejos de reírnos de ella deberíamos preocuparnos. Ana Miriam, obvio es mujer, dice que le preocupan por los feminicidios, dice que le preocupa la violencia en contra de la mujer. Después de pensarlo mucho, de meditarlo con sus asesores, con sus hermanos los radiofónicos, encontró la solución al problema de los feminicidios y de la violencia de género. No se trata de una ley, de un manual o de medidas de precaución, la diputada a la que casi se le quema el cerebro de tanto pensar el problema, encontró la solución en un toque de queda. Sí, ¿cómo no se nos había ocurrido antes? Si las mujeres no quieren ser violentadas o asesinadas, que se queden por las noches en su casa, que el estado no las deje salir después de las 10 de la noche. Y si por casualidad alguna mujer sale porque necesite comprar la medicina para uno de sus hijos, o requiere salir porque tiene turno nocturno, entonces que el estado les de un escarmiento por andar exponiéndose a la criminalidad. Esa es la gran idea. La verdad, los diputados de Morena deberían proponer un toque de queda, pero para que Ana Miriam Ferráez guarde silencio de 8 de la mañana a 12 de la noche.
A Cuitláhuac García le advirtieron a tiempo sobre Ana Miriam, pero él la dejó llegar; a punto estuvo de ser la primera dama.
En su momento a Cuitláhuac García se le advirtió sobre Ana Miriam Ferráez. A tiempo se le informó del desliz de la candidata a diputada, quien había dicho que Andrés Manuel López Obrador le daba asco. Se le habló del pasado turbio de la conductora de radio, de las razones por las que la habían separado de sus hijos, de su escasa inteligencia. ¿Qué dijo Cuitláhuac García ante esas advertencias? Sólo levantó los hombros y dijo que su partido tenía encuestas que mostraban a Ana Miriam como una candidata con arrastre popular. Pero no había tales encuestas, esas presuntas encuestas eran sólo una excusa, pues de sobra se sabía que la familia le compró a la señora Ferráez la diputación, y es que ella quería ser funcionaria pública para mostrar a los electores lo buena que podría ser en el puesto que la pusieran. Cuitláhuac la cobijó, se la llevó literalmente a varios bailes y en algún momento hasta se dijo que Ana Miriam podría ser la primera dama de los veracruzanos. De entrada, le prometieron el DIF Estatal, pero alguien debió hacer entrar en razón al entonces gobernador electo y le dijeron que no era posible poner en el DIF Estatal a una mujer a quien le habían quitado la custodia de sus hijos. Entonces la dejaron ser diputada, y ya conoce usted la historia.
Hay Winckler para rato; están que se va y se va y se va y no se ha ido
Se cansó el ganso y Jorge Winckler, como el dinosaurio de Monterroso, todavía está ahí. El “porro de Palacio” ya no sabe a qué santo encomendarse, ha abierto tantos frentes que ya no se da abasto. Patrocinio Cisneros, como secretario de Gobierno está resultando un pésimo operador político. Se pudiera decir que es tanta su obsesión por sacar a Winckler de la Fiscalía que ha supeditado todas sus actividades a ese hecho. Ahora, el Consejo de la Judicatura Federal concedió un amparo definitivo ante el intento consensuado entre el Ejecutivo y el Legislativo por quitarse de encima al Fiscal incómodo. Los miembros del Consejo de la Judicatura Federal votaron por unanimidad para otorgar el amparo al fiscal de Veracruz, acaso se den cuenta de la forma desaseada como el gobierno de la 4ª Transformación en Veracruz pretende quitarse a quien consideran un enemigo político. Ahora pretenden quitárselo de encima mediante un juicio politico, sin darse cuenta que su aliado en ese juicio político es más fidelista que Atanasio García Durán. Reyes Peralta sólo ha tenido derrotas ante Yunes Linares y Winckler. En serió, ¿ese es el árbol al que se arriman? ¿Reyes Peralta es el santo al que ahora le van a prender su veladora? Prepárense para otra derrota, “me canso ganso”.
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com