La administración del Acuario de Veracruz ordenó cerrar las puertas y no dejar pasar a los 50 trabajadores que denunciaron haber sido despedidos injustificadamente.
La puerta principal permaneció cerrada. En el interior, los guardias de la plaza negaron el acceso a los ahora ex empleados, bajo el argumento de que «ya no tienen autorización para entrar».
“Se nos está negando el acceso a nuestro empleo, a nuestro sustento. Nos acaban de decir que tenemos negado e l acceso, cuando por instrucciones, supongo que de quien administra el Acuario, ahorita quien está administrando el Acuario es el contador Carlos Lugo Oropeza, que quedó como suplente de Armando Fernández Rangel a quien ayer le pidieron su renuncia”, señaló adrián Ancona, uno de los ex empleados.
Se trató de jóvenes que trabajan para “Delfiniti”, una empresa que hace 10 años aproximadamente fue contratada por el Acuario para hacerse cargo de la zona del “Delfinario”.
Los ciudadanos se desempeñaban en áreas como fotografía, venta de suvenires y de entrenamiento de delfines.
Acusaron que la administración del recinto, a cargo del empresario Baltazar Pazos de la Torre, canceló el contrato con “Delfiniti”, pues aparentemente pretende otorgar la concesión a otra compañía proveniente de Cancún. Esto provocó que 50 personas se quedaran sin su fuente de ingresos.
El despido que los agraviados califican como “injustificado” se les dio a conocer desde hace unos días y ayer jueves fue “su último día laboral”, por lo que hoy ya no pudieron entrar al Acuario.
A pesar de que quisieron hablar con el encargado del Acuario, no tuvieron respuesta.
Adrián Ancona señaló que además de los 50 trabajadores de “Delfiniti”, la administración del Acuario también despidió a por lo menos otras 20 personas de áreas administrativas.
Alrededor de las 10:00 horas, los guardias de seguridad abrieron las puertas de la plaza y permitieron el ingreso de los ex trabajadores. Sin embargo, cuando estos últimos llegaron a la zona de entrada al Acuario, otro grupo de elementos de vigilancia les negaron el ingreso.
Los ahora ex trabajadores llevaron a un notario público que se encargó de tomar nota de lo ocurrido.
Debido a lo anterior, los jóvenes se manifestaron durante varios minutos en la zona de taquillas; extendieron lonas donde hacían un llamado al Gobierno del Estado para que intervenga en el conflicto, pues ellos no piden liquidación, sino ser reinstalados en sus puestos de trabajo.
