Presidencia evalúa a Cuitláhuac

Un amigo extremadamente inteligente, agudo, y bien informado del acontecer político, extraordinario conocedor de los entre telones del poder no sólo de la aldea jarocha, sino también del Altiplano, nos proporcionó este valioso análisis que en verdad no tiene desperdicio:

«Veracruz, el detonador político del sureste, está en crisis. Los más de cien días transcurridos en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez han encendido los focos rojos de las oficinas donde despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En palacio nacional se tiene claro que García Jiménez, y gran parte de su gabinete, solo han ido pateando el bote en estos largos y angustiantes días que se viven en el estado. Los desaires a la sociedad, a los empleados de gobierno, a los empresarios, a la poca clase política que hay, el desinterés a los medios y reporteros de la comunicación, pero sobre todo, el incremento en la percepción de los índices de inseguridad, así como los casos de influyentismo y nepotismo que se han ventilado en la administración cuitlahuista llegaron al límite de la tolerancia.
Las lacras de la política, como lo mencionó AMLO en su extensa campaña, no se exterminaron en esta tierra del sur de la nación. El faro de la moralidad se rompió por el descuido y falta de pericia jurídica y política en la clase gobernante.
Estas son algunas de la expresiones y preocupaciones que hay en el centro del poder, respecto a lo que acontece y se prueba todos los días a los más allegados al presidente de la república.
Se sabe que ya están tomando decisiones importantes en el palacio lopezobradorista para recuperar la gobernabilidad, la seguridad y la paz social que merecen los veracruzanos.
Cuitláhuac García no será retirado de su mandato, al menos en los primeros dos años. Durante este periodo habrá una discreta pero contundente intervención política, estudiada y ordenada por Andrés Manuel. En su escritorio están documentadas las pifias, anomalías y tropelías que se han cometido en estos meses. La sacudida al gabinete cuitlahuista está a la vuelta de la esquina. Poco tiempo les queda a los neofuncionarios para disfrutar los salarios y mieles que permite el poder, cuando este sirve para servir, no para servirse.
Nada nuevo bajo el sol. Son las cosas del poder. Al final del todo se cumple la máxima de los romanos: ´El poder tira al centro´ «.