Nadie en su sano juicio puede regatear la solicitud del Presidente López Obrador, para mostrar resultados en los próximos seis meses, en el combate a la delincuencia y encaminar acciones efectivas en la guerra contra las drogas; que incluye combatir a los criminales, secuestradores, feminicidas y pederastas, convertidos hoy en una calamidad nacional.
Ni caso tiene barrer para atrás, si la decisión al más alto nivel está tomada y se ha decidido otorgar el perdón y olvido, a quien resulte responsable de ilícitos cometidos antes del 1º de diciembre pasado. Ese perdón presidencial no incluye a quienes a partir de este gobierno, han cometido los más repugnantes crímenes, jamás imaginados en la era moderna.
Mucho se ha escrito de la impunidad que ha hecho crecer la inseguridad y que se padece en zonas urbanas y rurales del territorio nacional, con la complicidad de policías municipales, estatales y federales, que forman a su vez eslabones de la cadena del crimen, donde fiscales ignorantes, negligentes y corruptos, se niegan a ejecutar acciones para investigar, detener y llevar a prisión, a los autores materiales e intelectuales del catálogo de delitos “graves” que implican la prisión preventiva oficiosa.
La lucha emprendida por AMLO, es histórica, sin tregua y sin descanso, porque de no combatir simultáneamente a las organizaciones criminales, podrían unirse las bandas que se dejen en el vacío y a su vez constituir bloques de defensa contra la Guardia Nacional, Institución creada para contener la violencia, con acciones de combate que despliegue a los elementos de la nueva policía para que realice patrullajes preventivos.
López Obrador sabe y considera el arraigo de los cárteles de la delincuencia que se han apoderado de los territorios de Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Sinaloa, Ciudad de México, Estado de México y Veracruz, entidades federativas donde a últimas fechas han ocurrido hechos lamentables de violencia y criminalidad, a plena luz del día y haciendo gala por parte de los sicarios, de armas de alto poder, de uso exclusivo del ejército, vehículos blindados y material de guerra.
Desde Minatitlán Veracruz, los veracruzanos depositamos nuestra confianza y apoyo al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, representado por el señor Presidente de la República, ante este gran compromiso que el gobierno de AMLO asume. Le deseamos mucho éxito por el bien de todos.
