Buen discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador ante miembros de la asamblea ejidal de sus paisanos de Balancán Tabasco, aunque contrasta con la realidad de los campesinos veracruzanos, que ven abandonadas sus tierras por falta de insumos para sembrarlas, pero también por ausencia de tecnologías que el gobierno ha venido aplicando solo a unos cuantos beneficiarios por sus contactos en el sector agropecuario federal.
En su discurso, López Obrador hizo hincapié en la trascendencia de la biodiversidad que constituye la riqueza más grande de los habitantes de esas zonas, y lo mismo podrá decir cuando visite el campo veracruzano, puesto que desde Pánuco hasta Las Choapas, existen tierras productivas suficientes, para convertir al Estado en el granero de la nación, como alguna vez lo dijo el ex gobernador Agustín Acosta Lagunes.
Veracruz es uno de los 19 estados donde se aplicará el programa “Sembrando Vida” en las comunidades sustentables y con ello se habrá de garantizar que los campesinos reciban directamente apoyos para la producción agroforestal, esperando que la 4ª Transformación les traiga todo el avío necesario para convertir sus tierras en productivas, así como la tecnología para mejorar la producción de maíz, caña, limón, café y tantos otros productos que constituyen el gran potencial agrícola y pecuario de la entidad veracruzana.
Que bueno que insista el Presidente en fustigar a los acaparadores de la riqueza en este país, reconociendo el contraste que se da entre quienes poseen bienes y riqueza que jamás se acabarán y por otro lado entre quienes todos los días luchan por su sobrevivencia y por alcanzar los bienes necesarios para alimentar a sus familias, en tanto les llegan los apoyos prometidos en campaña, que despertaron una nueva esperanza de los campesinos veracruzanos en el nuevo gobierno.
Cinco regiones hidrológicas cruzan por el territorio veracruzano, además de todo el litoral del Golfo de México, desde la colindancia con Tamaulipas hasta la colindancia con Tabasco, por lo que no se explica nadie en su sano juicio, que la pesca veracruzana este relegada y abandonada a la mala suerte de los pescadores, sus cooperativas quebradas, sin embarcaciones y equipo necesario para extraer la riqueza marítima que también serviría para alimentación de todos los veracruzanos y para la exportación de sus productos.