La libertad de expresión como derecho fundamental de los mexicanos, además de estar tutelada por el estado, deberá incluir el acceso a la información plural y oportuna, por lo que el propio gobierno federal, debe garantizarla mediante el acceso a las nuevas tecnologías y al internet, imponiendo condiciones para que estos servicios sean establecidos en una competencia efectiva, entre quienes los presten y con la rectoría jurídica y constitucional del Gobierno de la República.
Las personas gozarán de la protección a la información relacionada con la vida privada y datos personales, sin necesidad de acreditar interés alguno y el acceso a la información pública será gratuito. De ahí el surgimiento del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) y sus correspondientes organismos en cada Entidad Federativa.
Es a través de las reformas y adiciones al artículo 6º constitucional, como se da el sustento jurídico y político, en el que se han apoyado las administraciones públicas del pasado, pero también del presente incluida la 4ª transformación, para contratar la publicidad oficial para la difusión de los programas y acciones de los gobiernos Federal y locales.
Desde el derrocamiento del PRI en el año 2000, con la llegada de Vicente Fox y su partido el PAN a los Pinos, se esperaba un reajuste en la relación Gobierno-medios, pues la manipulación y control de muchos órganos de difusión, rebasó la autocensura y se convirtió en una manipulación perversa para ocultar y exaltar a conveniencia del que paga (con cargo al erario público) cualquier tipo de información.
Nada paso durante los sexenios de Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, pero ahora con el Presidente López Obrador, podría decirse que su lucha para alcanzar la presidencia durante tres intentos, le dejo heridas políticas en la piel, que todavía no cicatrizan y el trato ríspido entre gobierno y medios durante el primer semestre de conferencias mañaneras, ha empezado a hacer crisis, y solo va uno de los doce semestres del gobierno de AMLO.
No pierde el gobierno con la exhibición de contratos con periodistas, “utilizando dinero público”, pero tampoco gana con esa publicidad negativa, que lo único que ha generado es un mayor descontento social, del pueblo que sufre la gran recesión económica, el desempleo y la atención insuficiente en salud, alimentación y educación, que como quiera que sea se venía otorgando por las corruptas administraciones pasadas.





