“El placer más noble es el júbilo de comprender.” – Leonardo Da Vinci.
Es evidente que en Veracruz los gobiernos emanados de la 4T han quedado a deber.
No es una afirmación que nazca del sentir de este reportero, es un sentir que incluso hoy reprochan hasta actores sociales, empresariales, políticos que en su momento avalaron la oferta de Andrés Manuel López Obrador.
El caso más reciente es el señalado por la actriz Susana Zavaleta quien no se anda con medias tintas, y las suelta como las siente. https://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/farandula/susana-zabaleta-asegura-se-equivoco-con-amlo
La cantante aseguró a través de redes sociales que se equivocó respecto al presidente Andrés Manuel López Obrador pues anteriormente ella consideraba que ayudaría más a la cultura.
En su cuenta de Twitter la soprano escribió que reconocía su equivocación y que ofrecía una disculpa “por mi estúpida esperanza y por pensar en un México que todos queríamos”.
Pero no es lo mismo el pensamiento, el sentir y el actuar de un personaje curtido en la lucha política de oposición con más de 40 años de experiencia, como Andrés Manuel López Obrador, a tener en el gobierno a sujetos que jamás y nunca habían ocupado cargo, habrían acumulado experiencia, o cuando menos muestren tener tacto para el trato político.
Veracruz sufre de esto.
Quizá el reproche sentido de esta sociedad nuestra venga en dos sentidos, uno por haber fijado su esperanza en un cambio que no se ha dado, y dos, en la actitud por demás ramplona para conducir el timón del barco denominado Gobierno.
La actitud por demás draconiana de aplicar una austeridad republicana, que raya en la locura, esta colapsando los sistemas de salud, ha despedido a miles de trabajadores que en su momento votaron por el mismo proyecto que hoy lo ha puesto en la calle.
El trato bucólico con el que se han dirigido a la prensa tachándola de chayotera, de corrupta, de cómplice de un pasado marcado por la corrupción ha sido otro de los dejos, que exhiben de pies a cabeza la intolerancia de este nuevo régimen.
Por más que se hable de democracia, de contacto y comunicación con la sociedad, resulta insuficiente ante los constantes esbozos de amenaza e intolerancia por parte de los funcionarios de la 4T.
Ejemplos varios.
Recordaremos aquella visita realizada por el hoy secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú a una mina de tezontle en octubre de 2018, meses antes de asumir su encargo, en donde mostró de cuerpo entero la actitud prepotente y altanera con la que se habría de conducir la 4T.
Las mismas conferencias mañaneras han sido escenario para mostrar el reproche de comunicadores que en el pasado se la jugaron con este proyecto, que ahora les da la espalda.
Basta recordar lo señalado por el periodista Ricardo Rocha, semanas atrás.
Ahora bien, en Veracruz, la actitud por demás absurda de copiar e intentar emular al prócer, al prohombre, al salvador de la patria, a ese que se le ve como una especie de semi dios, al que pareciera que replicarlo es la misión, no les sale señores.
Ese intento por pretender parafrasear términos coloquiales que les terminan rebotando en la cara, como esa de “ningún chile les embona” de la autoría del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor resultan confirmar la intención de copiar al dedillo su política de maltrato a los comunicadores, a los periodistas.
Y es que parece que es con este gremio con quien buscan o pretenden ensañar su venganza.
Alto ya señores funcionarios, alto ya a sus constantes actitudes irrespetuosas, a su forma por demás burda de tratar a la prensa.
No exigimos, ni más, ni menos, simplemente un trato de respeto para todos por igual, en donde el dialogo prime como forma de comunicación de ida y vuelta.
Alto ya a las amenazas contra algunos comunicadores que hoy piden a gritos sean sacados del estado y del país.
¿Qué sigue? Sería la pregunta, ¿más colegas mujeres y hombres asesinados?, ¿Quién actuará como garante de la libertad y de los derechos a informar?, ¿Es acaso su intento de austeridad una forma por demás criminal de matar la libertad de expresión al afirmar que se acabaron los convenios informativos, con los que muchos medios sostienen su actividad?
Son muchos los cuestionamientos, muchas las dudas, pero también muchas las ganas de seguir informando a la sociedad, en aras de cumplir plenamente con lo que mandata al Constitución, como un derecho humano, la libertad de expresión a plenitud, sin sesgos, sin corta pisas, sin dobleces.
Ojalá los ánimos se serenen y esos funcionarios proclives a construir escenarios fantasiosos y maquiavélicos calmen sus ansias y atemperen sus humores, es momento de dar oportunidad a mantener un correcto tránsito en la relación prensa estado, la cual quedó evidenciada no importar, al no emplear la mínima muestra de cortesía política para reconocer la labor periodística de todo el gremio el pasado 7 de junio, la cual pasó desapercibida para el Gobierno del Estado.
Gobernar es comunicar señores, su comunicación dista mucho de ser la correcta. Es momento de analizar con frialdad, reconocer que se han equivocado, emprender una nueva ruta en aras de transitar los próximos cinco años 6 meses lo mejor posible.
¡Basta ya de intimidar! Es el llamado.
Al tiempo.
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