Ebrard pidió cesar al Comisionado de Migración

No fue renuncia.

Tampoco despido.

Al menos no decidido de origen por Andrés Manuel López Obrador.

La salida del comisionado de Migración, Tonatiuh Guillén López, tuvo un origen hasta ahora no revelado.

Su salida fue decidida por el canciller Marcelo Ebrard Casaubon, quien lleva de cabo a rabo el operativo comprometido en Washington ante el gobierno de Donald Trump para contener migrantes.

De hecho, su salida comenzó a operarse antes de haber sido solicitado y acordado por López Obrador.

El 11 de junio se dio a conocer el grupo de seguimiento para satisfacer a Trump.

Lo preside Ebrard Casaubon y por recomendación suya no fue incorporado Guillén López, pero sí el ex jefe policiaco capitalino Francisco Garduño, flamante titular del INM.

Los demás integrantes son: el general Vicente Antonio Hernández, Javier May, Horacio Duarte y Maximiliano Reyes Zúñiga, éste, ojos y oídos del canciller.

UN PRESIDENTE APANTALLADO

Dicho en mejor español:

Desde antes de aquella fecha estaba decidida en Palacio Nacional la salida de Tonatiuh Guillén López.

No tenía peso frente a quien todo el sexenio pasado tejió relaciones en el mundo para su jefe.

Sobre todo de Europa y Estados Unidos, pues cuando Hillary Clinton competía por la candidatura presidencial del Partido Demócrata, Marcelo Ebrard Casaubon ya tenía contactos con su equipo de campaña.

La acercó a Andrés Manuel López Obrador.

También tendió puentes con el entorno de Donald Trump.

El preferido de los republicanos entonces era el secretario de Hacienda peñista, Luis Videgaray, pero Ebrard Casaubon tocó otras puertas republicanas muy conocidas por él.

Una de ellas también es familiar para los mexicanos: Rudolph Giuliani, el ex alcalde de Nueva York que impuso el orden con su política tolerancia cero y a quien contrató como asesor.

No prosperaron muchas de sus propuestas, pero nadie puede negar la mejoría en la seguridad pública respirada por los capitalinos durante el sexenio 2006-2012.

Hoy añoramos aquel período ebrardista y, por lo visto con el gobierno de Claudia Sheinbaum, cada día extrañaremos más esa etapa.

PERO INICIA UNA MALA SEMANA

1. Si la semana anterior fue apoteósica para Marcelo Ebrard Casaubon, ésta no comenzó de la mejor manera.

Más allá de su participación en la conferencia de prensa mañanera, tenía un evento vespertino preparado para Palacio Nacional y a última hora lo mandaron a la sede de la cancillería.

Es la reunión del Consejo Nacional de la Agenda 2030, la cual se anunciaba con participación de Andrés Manuel López Obrador, gobernadores, diputados, senadores y otras personalidades.

Pero sólo fueron tres gobernadores –Ignacio Peralta (Colima), José Rosas Aispuro (Durango) y Omar Fayad (Hidalgo), pero ausentes cuatro invitados más.

Tampoco fueron Martí Batres (Senado), Mario Delgado (Cámara de Diputados) y Ricardo Monreal, éstos coordinadores en San Lázaro y el Senado por el partido gobernante.

Sí fue, en cambio, el presidente camaral, Porfirio Muñoz Ledo, para satisfacción del coordinador de los trabajos, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, quien al final leyó sus propias conclusiones.

2. La comunidad científica menciona con insistencia y propone a Pedro Álvarez-Icaza para subsecretario en la Semarnat.

Ayudaría a reorientar la política ambiental, tan desprestigiada con la salida de la ex secretaria Josefa González Blanco.

(José Ureña/24-Horas/19 Jun 2019).