¿Cuál será el miedo que invadirá a la Contralora del Estado, Leslie Garibo Puga, que a cada evento público que asiste lo hace acompañada de cuando menos cinco escoltas, que saltan a la vista no sólo porque siempre visten igual sino también porque no dejan que le dé ni el aire a la funcionaria estatal? ¿Pues no que los escoltas y guaruras ya habían sido desechados en la Cuarta Transformación? Por cierto, la contralora nunca aclaró quiénes son aquellos (o aquellas) que la quieren fuera del gabinete, aunque a decir verdad no es la única que le haría mucho bien al gobernador y a los veracruzanos, al dejar su cargo pues es un “florero” más del gobierno estatal.





