Guerra EEUU-China no es comercial, sino por el control de las redes digitales: Ex Diplomático mexicano

La guerra que declaró el presidente actual de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), Donald Trump, al comercio con China, no es en realidad una guerra comercial sino por el control de las redes digitales, aseveró Eduardo Roldán Acosta, ex embajador de México en Túnez, al presentarse en el Congreso Internacional de Auditoría y Comercio Exterior (CIACE), organizado por la Universidad Veracruzana (UV).

El académico de distintas universidades, con una trayectoria de 25 años en el servido diplomático, recalcó que el mundo vive un estado de convulsión constante pero “no debemos temerle al cambio, al contrario, abrazar el cambio está en nosotros mismos ya que no sólo vivimos un cambio de régimen sino un cambio de época, pero nuestras actividades cotidianas a veces no nos permiten apreciarlo”.

Donald Trump está acelerando este proceso de cambio de régimen con las decisiones económicas adoptadas, agregó, y “quienes sigan pensando que China es un país comunista están equivocados, lo único que queda de comunismo es el retrato de Mao Tse Tung en la Plaza de Tiananmén; hoy vivimos en un hipercapitalismo y tenemos que adaptarnos a eso”.

Refirió que el mundo enfrenta un cambio de paradigma, compuesto por tres cambios: el cambio tecnológico, el cambio generacional y el cambio climático.

Tres son los pilares en que se sostiene este proceso de cambio, apuntó: la innovación tecnológica, el libre comercio electrónico y la educación de alta calidad. “Si no entendemos esto, no entendemos el mundo de hoy, por eso China, Corea y Japón fincaron su desarrollo en la educación de alta calidad y éstos son los resultados”.

Por otro lado, subrayó que en México se ha apostado al libre comercio, pero no a la educación de alta calidad y tampoco a la innovación tecnológica.

“Quien siga enseñando comercio exterior de la manera tradicional, está equivocado; hoy por hoy el comercio electrónico es la vanguardia y en América Latina, México ya desplazó a Brasil y ocupa el primer lugar”, expresó Roldán Acosta.

“Lo que no se enseña en nuestras universidades es que la administración ya no es vertical, sino horizontal y transversal; debemos cambiar nuestros mapas curriculares porque el gran éxito de las empresas trasnacionales es la administración transversal, se acabó el director general que decidía desde arriba, ahora las nuevas empresas como Google discuten problemas colectivos para resolver problemas colectivos.”

De acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), a partir de 2030 China desplazará a la economía estadounidense del primer lugar de la lista y ampliará su brecha gradualmente.

“Si Trump decide continuar la guerra comercial, claro que le afectará a China, en un tres por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), pero como hay más de 300 grandes empresas norteamericanas en China se le revertiría a esta economía en un 10 por ciento inflacionario, de modo que el consumidor americano pagaría ese incremento.”

Señaló que somos testigos de cómo una potencia hegemónica está desplazando a otra, EEUU está saliendo de las instituciones que él mismo creó al finalizar la Segunda Guerra Mundial, como la UNESCO.

China ya no paga su petróleo en “petrodólares”, en marzo de 2018 impuso nuevas reglas a empresas como Shell y Exxon, al día de hoy paga en su moneda, el yuan.

Al dirigirse a los universitarios cuestionó: “¿Es una guerra comercial? No, es el pretexto. La verdadera guerra es la guerra digital y lo que quiere Trump es retrasar ese cambio y detener el avance digital de China, porque sabe que quien controle el imperio tecnológico será el líder global”.

En este ámbito, el nudo del conflicto es la puesta en marcha de la red 5G, que hará posible la conexión de 50 mil millones de usuarios a nivel mundial de manera simultánea y con una velocidad mil veces superior a la actual.

La tecnología que se desarrolla en el país asiático ha avanzado más dado que tiene menos restricciones que en EEUU y podrá impactar a nivel global en poco tiempo, no sólo en los teléfonos móviles sino en todos los sistemas informáticos, concluyó el ponente.