La ventaja es que actúa sin necesidad de prenderle veladoras
De gira por Papantla, al hablar de la inseguridad, el presidente López Obrador señaló lo siguiente: “Me preocupa el tema de la seguridad a ese le estoy dedicando tiempo, es un problema que requiere de atención permanente no se puede delegar a otros, lo estoy asumiendo personalmente”.
El “no se puede delegar a otros” es un mensaje entrelíneas (tradicional en la simbología del Tlatoani), que suponemos estuvo dirigido al gobernador Cuitláhuac García.
De entrada, el comentario sería alentador: el presidente se encargará personalmente de la seguridad de los veracruzanos, podría pensar la ciudadanía pero ¿es esa la mejor solución?
Desde luego que no, en realidad la respuesta es una demostración de que no saben cómo enfrentar el fenómeno, a lo que se agrega lo que comentó el periodista Raymundo Riva Palacio sobre el caso Veracruz: “Tener un pelele en un estado problemático no le funcionó”
Este es el problema de fondo, Cuitláhuac no tiene idea de cómo combatir al crimen organizado, su cantaleta es culpar a los gobernantes anteriores, excusa patética y choteada.
Mientras AMLO se empeñe en proteger a ‘su gobernador’, la entidad seguirá sumida en el caos, de nada le servirán sus exabruptos de machismo político como el: yo me encargo.
