El exgobernador Javier Duarte de Ochoa, en la segunda entrega de su columna «La Verdad Os Hará Libres», titulada «Respetuoso aviso a tiempo, Señor Gobernador», revela que el crimen organizado intentó derribar con una bazuca el helicóptero en el que iba él y sus colaboradores, pero que fue desactivado por un operativo de inteligencia de la Marina.
A continuación, el extracto de la columna de Duarte de Ochoa…
Por lo menos en tres ocasiones documentadas mis hijos, Karime y yo, fuimos sentenciados a muerte por todos los diferentes cárteles que se disputaban el dominio del territorio del Estado, y si bien decidí no hacerlo del dominio público para no causar temor entre la población, algunos de esos hechos trascendieron y fueron del dominio público, como el ataque armado afuera de la escuela donde estudiaban mis pequeños.
Otros incidentes pasaron desapercibidos, como cuando por unos breves instantes de diferencia logramos desactivar a un comando que planeaba derribar con una bazuca el helicóptero donde viajábamos varios servidores públicos.
Gracias a los eficaces servicios de inteligencia de la Marina-Armada de México, a la colaboración del Ejército Mexicano y, sobre todo, al trabajo de los valientes policías veracruzanos es que aún puedo narrar estos hechos. De hecho, fue necesario que durante la mayor parte de mi mandato un grupo especial de la Marina se hiciera cargo de la seguridad de mi familia y de la mía también. Algún día daré los detalles, pero lo que intento decir ahora es que ese riesgo estuvo vigente los seis años de mi mandato y no sólo para mí sino para toda mi gente cercana, porque siempre me negué a pactar con los delincuentes y siempre los enfrentamos, sin excepciones, con la ley y con la fuerza legítima del Estado.





