La catedral metropolitana se vistió de fiesta para recibir a cientos de devotos del santo Rafael Guízar y Valencia que acuden para darle las gracias por los favores recibidos, a unas horas de celebrar su día.
Como es costumbre, en cada festividad católica, en las escalinatas de la catedral se colocaron vendedores ambulantes con artículos religiosos alusivos al santo.
El domingo 15 de octubre de 2006, en la Ciudad del Vaticano, fue canonizado por el papa Benedicto XVI el beato Rafael Guízar y Valencia, quien ha sido el primer obispo mexicano en ser declarado santo.
Muchos feligreses llegan a la tumba del Santo, hay quienes lloran y suplicaron porque les ayude a sanar de alguna enfermedad a su familia. Ahí hicieron oraciones con fe y dieron su creencia a Rafael Guízar.
Antes de la media noche, de este domingo, los católicos cantarán las mañanitas a Rafael Guízar en celebración de su santo, el 24 de octubre y en agradecimiento por las bendiciones que les ha dado.
Vendedores de diferentes municipios llegan desde primeros días a instalarse sobre las escalinata de la plaza lerdo a vender camisas, retratos, veladoras, rosarios, biblias, e imágenes del santo, así cómo el dulce tradicional: el jamoncillo; vienen de Tlaxcala, Puebla, y de los alrededores de Perote.
