Quien está realizando una labor callada pero eficaz es la Contralora del Estado Mercedes Santoyo Domínguez.
Sin las estridencias que caracterizaron a su antecesora, Santoyo Domínguez está muy, pero muy lejana al dicho popular de mucho ruido y pocas nueces.
Hace poco alguien sin escrúpulos trató de inventar historias truculentas en contra del extinto padre de la funcionaria. Vaya cobardía de atacar a quien por ya no estar en este mundo ya no se puede defender. Por supuesto que el lodo que aventaron ya se secó y terminó por caerse, como todas las calumnias sin fundamento.