Los azules de El Estero despliegan campaña Anti-Informe

Cuando la ofrenda de Abel fue de agrado para Dios, y la de Caín no, Caín mató a su hermano por causa de la envidia. (Génesis 4:3-8) Cuando Coré tuvo envidia de Moisés, la tierra se abrió y lo tragó. (Números 16) Cuando Saúl dejó entrar envidia acerca de David en su corazón, fue asesinado en la batalla. (1 Samuel 18) Aún Jesús fue asesinado por los líderes religiosos de aquellos tiempos porque lo envidiaban.

Maldita envidia que envilece a los hombres y mujeres.

Esto viene a cuento porque desde ayer sábado comenzaron a aparecer en la zona Veracruz-Boca del Río tremendos pendones que cuelgan de edificios en donde tratan de denostar al gobernador Cuitláhuac García, que si bien es cierto no hubo muchos resultados y avances en este primer año, no es como para que se burlen de él o hagan escarnio. Démosle a Cui un año más de chance, para que demuestre de qué está hecho. No olvidemos que este año fue muy complicado porque el Gobernador tuvo que reajustar el presupuesto, muchos de sus colaboradores no tenían experiencia, aunado a que Miguel Ángel Yunes Linares y su gente dejaron un verdadero cochinero.

Y a más de un año que perdieron la gubernatura los azules de El Estero, les sigue ardiendo la derrota. El ardor es tal que ni la Vitacilina es suficiente. Bien harían en recurrir a conocida Fundación para que los trasladen a Galveston, Texas, para ver si así sanan de las quemaduras de hasta tercer grado.

Pero bien dice nuestra amiga Elsbeth Lenz Gutierrez: «La envidia es el pecado de los pendejos, es el único que no se disfruta».