Que los amputen…aunque se emputen
De acuerdo a información divulgada en los Estados Unidos, congresistas de aquel país están ‘preocupados’ por la corrupción y otro tipo de crímenes, cometidos por políticos y ex gobernadores mexicanos, de estos últimos, 20 están siendo investigados o en la cárcel.
En este sentido, un informe de abril pasado, del proyecto de Justicia en México publicado por la Universidad de San Diego, señala que “la capacidad de organizar los grupos criminales para prosperar dependen de manera crítica de la aquiescencia, la protección e incluso la participación activa de los corruptos funcionarios, así como elites corruptas del sector privado que comparten los beneficios de las actividades ilícitas”.
Lo que nos dice tal informe, en México lo sabemos desde hace muchos años: ha habido una complicidad total entre las elites económicas y de gobierno, que va desde la creación de leyes a modo, hasta la utilización del crimen organizado como ejecutor de estrategias para la conservación del poder y, desde luego, dinero a raudales para el reparto de utilidades.
El diagnóstico es claro, ahora lo necesario es hacer una cruzada, si se nos permite el término, para desmantelar estas redes de poder que son las que en realidad se oponen a la transformación del país, la clave radica que para ellos no puede haber abrazos.