A propósito de funcionarios que no llegaron a las comparecencias, que pasó con Miguel Ángel Tapia Morales, el poderoso ex Secretario Particular de Hugo Gutiérrez Maldonado, Secretario de Seguridad Pública, quien a tiempo se quitó de encima a tan dudoso sujeto, pues en tiempo dio a conocer a propios y extraños, que él hacía y deshacía en Seguridad Pública.
Que basta con sólo ordenar algo para que sus dedos fueran cumplidos, bajo la premisa de que se la debían por su gran labor proselitista a favor de Cuitláhuac García, avalado según su dicho por el mismísimo primo del Gobernador, (Hugo Gutiérrez con el enemigo en casa) aunque en su trayectoria también ha tenido acercamientos con personajes como Gabriel Deantes, operador político de Javier Duarte de Ochoa, y posteriormente de Miguel Ángel Yunes Linares.
Miguel Ángel Tapia Morales, después de jugarle al astuto y hacer negocios a espaldas de Gutiérrez Maldonado, fue alejado del primer círculo del titular de SSP y enviado como Subdirector en el Centro de Planeación y Estrategia, esto porque su “papi” el fidelista Randolph Tapia Salgado, intercedió por él para que no fuera sentado en el banquillo de los acusados; ahora se encuentra a cargo de tan importante área de seguridad, en la cual por supuesto no tiene nada de experiencia.
No obstante, el junior tiene claro que este puesto estratégico le permitirá subir a los umbrales del poder político, ya que, a su decir, “quien controla la información, lo controla todo” y así continúa alardeando de sus alcances a pesar de haber sido relegado, pues considera que a su señor padre le deben un cargo político por su cercanía con el Subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero.
Pues al no saber nada de seguridad y menos atenderla, Los Tapia se encuentran operando en apoyo a la actual presidente del DIF estatal, Verónica Aguilera Tapia, quien pretende contender por la alcaldía del Puerto de Veracruz, por lo que todos los esfuerzos estarán encaminados a ese proyecto político.
Por lo pronto, este centro de trabajo se encuentra acéfalo, no es utilizado para combatir al crimen, ha estado en una permanente disputa entre el mismo equipo morenista, ya que más allá de buscar reducir la incidencia delictiva, buscan ocupar los espacios y salarios que ostenta el personal, para darle cabida a quienes preparan la estrategia política que reivindicará su poder político en Veracruz.





