Decía Sor Juana Inés de la Cruz que hay quienes ponen el “coco” y luego le tienen miedo.
A propósito de De la Cruz, el señor Cruz, ese que anda de chillón y anunció su renuncia, dicen que se espanta de un infierno que él mismo provocó.
Le echaron ácido a su auto hace un año y hace unos días se lo quemaron, pero al parecer “él se lo buscó”, dicen en la ciudad cafetalera los ciudadanos informados.
Y es que allá comentan que a los líderes les exigieron “mochada” desde el Palacio Municipal, hasta que los afectados se rebelaron.
Otra bronca es que días antes del auto incendiado, liquidaron a quienes prestaban el servicio de recolección de residuos sólidos, uno de ellos primo de conocido diputado panista. Y los nuevos concesionarios fueron impuestos por…. adivinen: pues dicen que por Javier Cruz.
“Les hizo imposible la vida a los basureros anteriores para poner los suyos, pero se le pasó la mano”, comentan algunas fuentes sobre los abusos de Javier.
Lo peor es que poco antes de que cancelaran la concesión de la recolección de basura, había una deuda con los “gondoleros”. Y no se sabe si les van a pagar.
Así que, luego de “incendiar” el negocio de la basura “El peladas” se va de pelada.