Si partimos de la idea que atribuye todo lo malo que ocurre en el planeta a la especie humana, no vamos a encontrar más responsables de la aparición del coronavirus, sino en aquellos hombres y mujeres que por la ingesta de alimentos contaminados en China, perdieron la vida hace aproximadamente 7 semanas, desde que se descubrió el virus; cuya evidencia no tiene precedente en el resto de los países del mundo y que ahora ha llegado a México.
La torpeza y maldad de algunos poderosos gobernantes, no ha logrado destruir al planeta. Para millones de personas el terror que les infringe el Apocalipsis, solo se presenta cuando se advierte un grave riesgo como perder la vida masivamente; y el miedo surge a lo que podría considerarse una Pandemia que si no se atiende siguiendo estrictamente las recomendaciones del sector salud, que incluye hospitales, clínicas, consultorios, laboratorios, farmacias, médicos y enfermeras, podría llevarnos en poco tiempo, a sufrir fatales consecuencias.
Más grave resulta aún la aparición del CV-19 en momentos en que la criminalidad sigue creciendo en todo el territorio nacional y las fuerzas de Seguridad Pública y Guardia Nacional, no terminan de alistarse para neutralizar y controlar el grave problema de los homicidios dolosos, incluyendo los feminicidios, que al final del camino podrían sumar más muertos que el número de víctimas de la Pandemia.
Oficialmente no se quiere reconocer que la falta de crecimiento económico, la ausencia de inversiones del sector privado, el desempleo y la pérdida de valor de nuestra moneda, acompañada del aumento de precios en productos de la canasta básica, nos han llevado a una recesión económica de la que difícilmente va a salir el país ante la incertidumbre, como le ha llamado el Secretario de Hacienda Arturo Herrera Gutiérrez, al brote del coronavirus.
Por otro lado, la expectativa del precio del barril de petróleo de la mezcla mexicana en 49 dólares, resulta halagüeña para que la riqueza nacional “salve a la Patria”, con el mejoramiento de las finanzas públicas que permitirían al gobierno de AMLO, acudir al rescate de los marginados, proveyendo de medicamentos y fármacos suficientes para evitar muertes masivas en el pueblo pobre.
La participación ciudadana al lado del gobierno, resulta fundamental para enfrentar al coronavirus y por ello seguir las recomendaciones del sector salud, será una práctica obligada para todos sin excepción.
