Interesante lo que publica este día la editorial Templo Mayor, del diario Reforma, sobre la gira en la india que está realizando la secretaria de Energía, Rocío Nahle, visitando una refinería del consorcio Reliance Industries, propiedad del magnate Mukesh Ambani, sobre quien también existen sospechas de corrupción y tráfico de influencias.
A continuación, la editorial:
A VER, A VER, ¿qué extraños enjuagues se trae el gobierno mexicano con el magnate indio Mukesh Ambani? El hombre más rico de Asia y décimo más rico del mundo parece muy interesado en “ayudar” a la administración de Andrés Manuel López Obrador.
TAN ES ASÍ que en estos días anda en la India la secretaria de Energía, Rocío Nahle, supuestamente para aprender sobre la experiencia de la megarrefinería en Jamnagar, de Reliance Industries, el consorcio de Ambani. La funcionaria comentó en redes que la “generosidad” de la empresa ha sido invaluable, lo que a más de uno hizo levantar las cejas. ¿A poco el viaje de toda la comitiva oficial lo pagó Reliance?
LA PREGUNTA viene al caso porque Ambani y su emporio no están exentos de sospechas de corrupción y tráfico de influencias. Hace dos años protagonizó un escándalo por un contrato gubernamental para la compra de aviones y su familia y él son investigados por un posible esquema de evasión de impuestos y lavado de dinero.
Y AUNQUE Ambani es reconocido como un gran filántropo, está difícil creer que su interés por el proyecto de Dos Bocas obedezca a que es una hermana de la caridad.
