Si bien la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, contiene las bases jurídicas internacionales que definen los conceptos de libertad, justicia y paz, así como el reconocimiento de la dignidad y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la sociedad; las leyes locales y particularmente la Constitución Política del Estado, resultan obsoletas y fuera de tiempo.
Y es que con los impedimentos para la participación política que niega condiciones de igualdad a las personas para acceder a su participación en los procesos electorales, bajo argumentos que han quedado en desuso, como el ius soli, el ius sanguinis y el ius domicili; resulta obligado considerar la propuesta del diputado morenista Amado Cruz Malpica, que sin duda obtendrá el voto aprobatorio por mayoría.
El artículo 11 constitucional local, dejará de ser un obstáculo para aspirar a gobernar Veracruz, sin ser nativo del Estado, ni ser hijo de padre o madre veracruzanos, y con ello se despeja el camino para los actores políticos que deseen contender para conquistar el voto de los empadronados en el Estado, y ocupar, cuando termine su encargo el Ingeniero Cuitlahuac García Jiménez, su lugar en el Palacio de Gobierno de la capital veracruzana.
Para quienes ya comenzaron a festejar, en público y en lo oscurito, la posibilidad de llegar a la silla embrujada del Palacio de Gobierno de Veracruz, hay que recordarles que “del plato a la boca, se cae la sopa” y que no será fácil el triunfo después de la pauperización y el luto que dejará la Pandemia.
Con argumentos legaloides, en 1982, se impidió que los precandidatos a la presidencia de la República, Carlos Hank González y Jesús Reyes Heroles, concretaran su aspiración presidencial, pues el articulo 82 constitucional federal, les impidió por no ser hijos de padre o madre mexicanos por nacimiento, luchar electoralmente para llegar a Los Pinos. En otro tiempo, a Don Agustín Acosta Lagunes, nacido en Paso de Ovejas, Ver., pero avecindado siempre fuera de Veracruz, grupos políticos locales pretendieron vetarlo como candidato a Gobernador, y López Portillo, que lo impulsaba, expresó estar en contra “del localismo empobrecedor”.
Finalmente no hay que olvidar, que “la política es circunstancial” y que no siempre “lo que parece ser, es”; no vayan a resultar desagradables sorpresas para quienes desde hoy cantan “albricias”.





