Militarizar la seguridad, no es lo ideal, aunque si lo necesario

Los portadores del uniforme militar, siempre leales a la República y al Jefe de las Instituciones nacionales, desde el gobierno de Felipe Calderón, han resultado ser “un mal necesario” que no se puede evitar, para combatir la crisis de violencia e inseguridad que se mira con claridad desde el poder. Y si el personaje más informado de lo que ocurre o acontece en todo México, en sus 3 campañas fustigó el uso de las fuerzas armadas en funciones exclusivas de la policia, ahora su visión ha cambiado y no le queda más que actuar como sus predecesores; ya no hay tiempo que perder en debates improductivos, antes de que el propio gobierno se convierta en rehén de las bandas criminales.
Todavía no llegamos a la implantación del toque de queda o suspensión de las garantías y derechos humanos de los gobernados, que se encuentra previsto en el artículo 29 de la Carta Magna de 1917, y le otorga la facultad al presidente, de solicitar al congreso de la unión, limitar temporalmente el goce de los derechos fundamentales de los mexicanos, diseminados en los primeros 28 artículos de la Ley Fundamental.
Sin embargo, el día de ayer fue publicado en el Diario Oficial de la Federación, el acuerdo dictado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. En ese decreto se otorga al Ejecutivo Federal, por excepción, la disposición de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.
El propósito que se persigue es salvaguardar la vida, la integridad y el patrimonio de los mexicanos, mediante la preservación del orden público y La Paz social. El ejercicio del mando de las fuerzas armadas, se limitará a un periodo maximo de 5 años a partir de su vigencia y en espera de que la Guardia Nacional “desarrolle su estructura, capacidades e implementación territorial”.
Ayer mismo entró en vigor el acuerdo y lo único que el pueblo espera, es que se recupere la tranquilidad y La Paz pública, sin los nefastos resultados del número de muertos y personas desaparecidas, ocurridos durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña.
Hasta el día de ayer las muertes por homicidios dolosos rebasaban a los fallecidos por la pandemia del Covid- 19; ojalá que los servicios de salud mejoren por el bien de todos y la tranquilidad y La Paz permitan la recuperación de la economía Nacional.