Trafican droga hasta en empaques de insumos médicos

Menos de tres meses después de su ingreso a América Latina y el Caribe, el coronavirus y sus efectos paralelos impactaron a las redes locales, regionales, continentales e internacionales de producción y contrabando de estupefacientes y a sus cadenas aliadas de cultivos ilícitos, lavado de dinero y corrupción pública y privada.
Pero el narco no cesó en su actividad transnacional y halló opciones para ocultar la droga en envíos de plátanos y cubrebocas, o esconder paquetes en hieleras con helados.
Obligadas a someterse a los rigurosos regímenes de cuarentena y sus variados rangos de aislamiento social, resguardo preventivo y obligatorio, separación y distancia física, establecidos en una mayoría de países latinoamericanos y caribeños, las mafias del tráfico de sustancias ilegítimas siguieron leales a su viejo concepto de sorpresa para inventar métodos de transporte.
“Hay una adaptación del narcotráfico a los nuevos horarios de transporte” fijados para afrontar la emergencia, dijo la guatemalteca Carmen Rosa de León, directora ejecutiva del (no estatal) Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible de Guatemala.
Tras narrar que “todo sigue bastante parecido” a la situación previa al hallazgo del Covid-19 en la zona, con un primer caso en Brasil el 25 de febrero, De León afirmó a EL UNIVERSAL que “los toques de queda favorecen el traslado de droga: se ha seguido permitiendo el transporte pesado a cualquier hora del día y eso hace que sea más fácil.
“El narcotráfico no podría operar si no fuera por la corrupción de autoridades. Al final termina siendo hasta más fácil el corredor que se tenga en los toques de queda, siempre que parezca que se hace como parte del transporte pesado [legal]”, adujo.
Algunos de los casos descubiertos en pandemia son los siguientes:
Camuflados en una hielera repleta de helados y atada a la parte trasera de una motocicleta, 15 kilos 980 gramos de heroína con posibilidad de suministrar 217 mil 660 dosis y cuyo destino era Ecuador para ser reexportados, vía marítima, a América Central y del Norte, fueron hallados el 13 de mayo por la Policía Nacional de Colombia con la captura del motociclista en una carretera del sur.
Oculto en una exportación de bananos enviada por mar desde un puerto caribeño de Costa Rica, un cargamento de 4 mil 500 kilos de cocaína producido en Colombia fue localizado el 29 de abril en el puerto de Rotterdam, Holanda.Con el arresto de nueve personas, el decomiso de 318 kilos de cocaína que serían traficados por tierra a Bolivia y el hallazgo de tres pistas clandestinas de aviación, Perú asestó el 29 de marzo uno de los más fuertes golpes al narcotráfico en 2020. En este mismo país la Dirección Antidrogas de la Policía (Dirandro) informó del decomiso e más de un kilo de cocaína que iba oculta en un cargamento de mascarillas quirúrgicas con rumbo a Hong Kong.
En la peruana ciudad portuaria de Callao, se encontraron también 40 cajas de tapabocas descartables junto a envoltorios con 1.4 kilogramos de cocaína con destino a China.
Envueltos en cinta plástica, 11 kilos de heroína que iban a ser remitidos por tierra a Ecuador y con capacidad de generar 190 mil dosis, fueron decomisados el 13 de mayo por Colombia al desbaratar a una cadena de la delincuencia organizada que operó en el sur de territorio colombiano.
Blanqueo
A juicio del británico Jeremy McDermott, exoficial de las Fuerzas Armadas de Reino Unido y codirector de Insight Crime, centro de investigación sobre crimen organizado en América Latina y el Caribe con sede en Colombia, un factor golpeado por la crisis sanitaria es el “lavado” de activo.
“Los negocios que lavan plata son los que mueven mucho [dinero] en efectivo”, al estar ligados a las industrias del turismo o de la construcción, recordó McDermott a este diario. “Esas economías no están funcionando y las oportunidades para ‘lavar’ son reducidas también”, destacó.
Los narcotraficantes que movilizan “su producto” en lanchas rápidas, semisumergibles o vuelos ilegales “pueden continuar, pero ¿quién los recibe? Hay menos gente en la calle, en el campo, menos movimiento vehicular [por la cuarentena]. Es muy difícil recoger, recibir y mover la droga”, aseveró el funcionario.
Al señalar que se redujo la opción “de esconder cargamentos” en el comercio legal global, porque la cantidad de contenedores “bajó mucho”, indicó que “no hay tantos vehículos cruzando” la frontera entre México y Estados Unidos y, en consecuencia, “menos oportunidades para mover la droga”.
“Los que mueven [droga] con ‘mulas’ [humanas] por aviones, en estos momentos [es] imposible”, precisó, al referirse a que otra secuela de la enfermedad en el narcotráfico se registró con la decisión de paralizar la industria aeronáutica mundial para evitar evitar los contagios”.